La reducción de las emisiones de estos contaminantes acidificantes, eutrofizantes y precursores del ozono contribuirá a reforzar la protección de la salud humana y del medio ambiente y a mejorar la calidad del aire que respiramos, afirma el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) en un comunicado. Para ello, será importante que los sectores afectados integren la variable medioambiental en sus actividades, de manera que la inversión se desplace hacia tecnologías más limpias y eficientes.
La norma fija la obligación del Estado de aprobar un Programa Nacional de Control de la Contaminación para establecer medidas aplicables a todos los sectores pertinentes: agricultura, la generación de energía, la industria, el transporte por carretera, el transporte por vías navegables, la calefacción doméstica, la utilización de máquinas móviles no de carretera y el uso y fabricación de disolventes.
El programa contendrá medidas que impulsen un comportamiento más sostenible de los sectores mencionados y que permita garantizar el cumplimento de los compromisos nacionales de reducción de emisiones.
Este Programa deberá ser aprobado y presentado a la Comisión Europea como muy tarde en abril de 2019 y deberá ser revisado periódicamente.
El RD hoy aprobado establece, asimismo, la creación de una red de seguimiento del impacto de la contaminación atmosférica, con el fin de conocer mejor sus efectos negativos en los ecosistemas naturales y seminaturales. Esta red ya se está constituyendo y cubre tres regiones biogeográficas de la Península Ibérica: la atlántica, la mediterránea y la alpina. Tanto los emplazamientos de las estaciones como los parámetros medidos deberán comunicarse a la Comisión Europea y a la Agencia Europea de Medio Ambiente.
Adicionalmente, la aprobación de este real decreto actualiza la regulación del Sistema Español de Inventario y Proyecciones de Emisiones a la Atmósfera (SEI) que hasta la fecha estaba regulado por un acuerdo de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos.