El Gobierno de República Dominicana, a través del Ministerio de Hacienda, ha emitido por primera vez en su historia bonos verdes, en una operación que ascendió a 750 millones de dólares (700 millones de euros), logrando una tasa de 6,70%, aproximadamente 15 puntos básicos menor a la que se hubiese logrado con otros instrumentos de financiación no temáticos con plazo similar. El titular de Hacienda, Jochi Vicente, ha explicado que los recursos obtenidos con la colocación, además de que implicarán un ahorro para las finanzas públicas por la diferencia en el costo de financiación, serán utilizados para gastos verdes, elegibles bajo el primer Marco de Referencia de Bonos Verdes, Sociales y Sostenibles del país.
Vicente ha sostenido que la República Dominicana es uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático, razón por la cual se hacen necesarias las inversiones estatales en proyectos y programas que contribuyan a mitigar el fenómeno y el impacto que provoca en la población y las infraestructuras públicas. La primera emisión verde del país recibió demanda en los mercados de capitales globales, por parte de los inversores extranjeros, seis veces superior al monto solicitado, según informa Europa Press. "Cada vez que salimos a los mercados de capitales internacionales recibimos un notable respaldo que, entre otros factores, es producto del buen manejo que hemos dado a la deuda pública", ha destacado el ministro.
Estas operaciones forman parte de un programa de emisiones sostenibles incluidas en la estrategia de deuda 2024-2028, que se está ejecutando desde el Gobierno. Adicionalmente, van alineadas a las metas del país establecidas en la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030. Asimismo, esta operación fue complementada con una recompra de 1.009 millones de dólares (944 millones de euros) de un bono externo, con vencimiento en 2025. Y además tienen un efecto importante en el portafolio de deuda del sector público no financiero, debido a que representan una disminución del porcentaje de financiación en moneda extranjera y el aumento del tiempo promedio de madurez del portafolio de bonos globales.