Las popularmente conocidas como primas a las renovables (algo más de 5.500 millones de euros, M€) y las ayudas a la cogeneración, una tecnología que usa fundamentalmente gas para producir electricidad (algo menos de 1.500 M€) ya no serán financiadas con cargo a la factura de la luz. Para abonar esas primas, el Consejo de Ministros aprobó el 1 de junio el proyecto de ley por el que se crea el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico. Ese Fondo, del que deben salir esos 7.000 M€, lo financiarán las comercializadoras de gas y de electricidad; los operadores de productos petrolíferos al por mayor; los operadores de gases licuados de petróleo al por mayor; y los consumidores directos (al por mayor) de los productos anteriores. ¿Resultado de sacar ese coste de la factura (factura que pagan los consumidores) e imputárselo ahora a esos "sujetos obligados"? Una bajada del precio de la luz del 13%, según el Gobierno.
En resumen, las ayudas a las energías renovables (energías que vienen a desplazar en el mix eléctrico a las energías sucias), ayudas que han sido hasta ahora costeadas por los consumidores vía factura de la luz, serán costeadas en el futuro por "sujetos obligados" (así los denomina el Gobierno en su proyecto) que comercian con energías sucias (como el gas natural o los gases licuados de petróleo), en una especie de materialización del principio "quien contamina paga".
Pues bien, Sedigas ha difundido hoy un documento de posicionamiento -de acuerdo con la información pública disponible- en el que manifiesta su preocupación por la puesta en marcha de ese Fondo, que considera va a afectar "a la competitividad del sector industrial español, con el consiguiente impacto negativo en términos de generación de riqueza y mantenimiento de puestos de trabajo".
Según la Asociación Española del Gas, la implantación del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico "amenaza" de la industria española. En ese sentido, Sedigas recuerda que "el consumo de gas natural en la industria supone un 60% del consumo de gas natural en España, siendo especialmente relevante en el sector químico, el de fabricación de minerales no metálicos o el de la alimentación y las bebidas, sectores todos ellos con gran capacidad de generación de riqueza y de puestos de trabajo de alto valor añadido".
La Asociación destaca que el Fondo prevé compensaciones para los sectores industriales consumidores intensivos en electricidad y gas, pero lamenta que "se desconocen aspectos cruciales como el alcance de las compensaciones previstas, su cálculo, su evolución en el tiempo o su regulación y posible consideración como ayudas de estado por parte de la Unión Europea".
"Además -denuncia Sedigas-, tampoco detalla el procedimiento de compensación, generando incertidumbre sobre su recuperación de los sectores afectados, todo lo cual hace imposible, una vez más, la valoración de su adecuación y, en cualquier caso, sería más apropiado prever exenciones para este tipo de consumidores".
Por otra parte, en la medida en que estas compensaciones y exenciones está previsto que se financien con cargo al Fondo, para aquellas actividades productivas cuyos incrementos en costes energéticos no sean compensados -señala Sedigas- el impacto económico se incrementa.
Sedigas concluye insistiendo en "la necesidad de impulsar medidas y regulaciones que impulsen y apoyen nuestro tejido industrial, garanticen y protejan su viabilidad y generen un contexto de seguridad y certidumbre para promover la inversión y el desarrollo de la industria".
Y recuerda que sus asociados se encuentran "en el proceso de invertir cuantiosos recursos en potenciar el desarrollo de los gases renovables y el hidrógeno, lo que generaría miles de nuevos puestos de trabajo además de contribuir a la descarbonización de la economía".