El presidente de los Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, ha anunciado que un centenar de países que asisten a la Cumbre del Clima de Glasgow (CoP26) se ha comprometido a reducir las emisiones de metano (CH4) en un 30% de aquí a 2030. La iniciativa -Global Methane Pledge- ha partido de Estados Unidos y la Unión Europea. Por parte estadounidense -informa Europa Press-, la iniciativa incluye una serie de normas sobre la perforación para la obtención de petróleo y gas, así como sobre los oleoductos (sector responsable del 30% de las emisiones en el país). Glasgow marca un hito en este sentido, porque esta vez es la primera, en la historia reciente, en que una CoP acoge un evento importante sobre el metano, con 105 países, entre ellos 15 grandes emisores, como Brasil, Nigeria y Canadá, que han firmado el Compromiso Mundial sobre el Metano. Este compromiso histórico, liderado por Estados Unidos y la Unión Europea, junto con la presidencia británica de la CoP26, equivale al 40% de las emisiones mundiales de metano y al 70% del PIB mundial, según detalla Comisión Europea en un comunicado oficial.
"Juntos nos estamos comprometiendo de forma colectiva a reducir nuestras emisiones de metano un 30% en 2030 y creo que realmente podríamos alcanzarlo", ha valorado este martes Biden en la ciudad escocesa, donde el lunes -informa Europa Press- ya subrayó que Estados Unidos estaba de vuelta a la mesa de negociación y pidió perdón por que la administración que le precedió, la de Donald Trump, retirase a su país del Acuerdo del Clima de París.
Estados Unidos y la Unión Europea también han anunciado que un entidades filantrópicas de todo el mundo se ha comprometido a donar 328 millones de dólares para apoyar la implementación de medidas de reducción de las emisiones de metano en todo el mundo. El grupo ha incrementado en Glasgow en cien millones de dólares su donación, que había anunciado hace menos de un mes. Las entidades son las siguientes.
Según la Comisión Europea (CE), la implementación del Compromiso Global sobre el Metano (Global Methane Pledge) podría reducir en al menos 0,2ºC el calentamiento global en el horizonte 2050, proporcionando una base crucial en los esfuerzos de mitigación del cambio climático. La Comisión recuerda por otro lado que, según la Evaluación Global del Metano (Global Methane Assessment), informe elaborado por Climate and Clean Air Coalition (CCAC), y el Progama de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), alcanzar el Objetivo 2030 propuesto en materia de metano podría evitar más de 200.000 muertes prematuras, centenares de miles de visitas a los servicios de urgencias y más de 20 millones de toneladas de cosechas perdidas cada año.
Han firmado el Compromiso Global sobre el Metano (Global Methan Pledge), y aparte de los Estados Unidos y la Unión Europea, los 103 siguientes países.
La CE contextualiza
A nivel molecular, el metano es más potente que el dióxido de carbono. Contribuye a la formación de ozono troposférico y es un potente contaminante atmosférico local que causa graves problemas de salud. Al final de su ciclo de vida, el metano se transforma en dióxido de carbono y vapor de agua, lo que contribuye todavía más al cambio climático. Así pues, la reducción de las emisiones de metano ayuda a ralentizar el cambio climático y a mejorar la calidad del aire. El metano, cuya vida es más corta que la del CO2, tiene, en un lapso de cien años, una potencia de calentamiento global 28 veces superior a la del CO2; en una escala de 20 años, es 84 veces más potente.
La Comisión Europea presentó en octubre del año pasado una estrategia de la UE para reducir las emisiones de metano, algo que considera "fundamental para alcanzar nuestros objetivos climáticos para 2030 y el objetivo de la neutralidad climática de aquí a 2050, así como para contribuir al objetivo cero en materia de contaminación establecido por la Comisión". Esta Estrategia establece medidas para reducir las emisiones de metano a nivel europeo e internacional. Presenta medidas legislativas y no legislativas en los sectores de la energía, la agricultura y los residuos, fuentes ellas que suman cerca del 95% de las emisiones mundiales de metano asociadas a la actividad humana. La Comisión trabaja además con los socios internacionales de la Unión y con la industria a fin de lograr la reducción de las emisiones a lo largo de la cadena de suministro.
Emitir un kilogramo de metano es equivalente a emitir 86 de CO2. Cada vez más investigaciones científicas demuestran que las fugas de metano no han estado bien contabilizadas y representan un problema climático mayor del que se creía.
El Grupo de expertos Intergubernamental sobre Cambio Climático define las emisiones fugitivas como “la liberación intencional o no intencional de los gases de efecto invernadero durante la extracción, el procesamiento y la entrega de los combustibles fósiles al punto de utilización final”. El informe Smoke and mirrors, de Bankwatch Network, publicado en enero de2019, concluye que “los valores de emisiones fugitivas en más de la mitad de los escenarios están alrededor del umbral del 3% definido por la Agencia Internacional de la Energía, más allá del cual el gas fósil deja de ofrecer un beneficio climático en comparación con el carbón”.