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El gas natural de España, el más sucio del mundo

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Dato 1: las tres naciones que más gas natural han vendido a España en el último año son Argelia, Rusia y Estados Unidos, por ese orden. Dato 2: el sector energético es responsable de casi el 40% de las emisiones globales de metano, y ahí están Estados Unidos (su sector Oil&Gas), que es el mayor emisor de metano del mundo, con 15 millones de toneladas; Rusia, que es el segundo mayor, con 14 MT; y Argelia, país en el que han sido identificadas, vía satélite, más de 354 fugas de metano en ese mismo sector (Oil&Gas) en los últimos años y líder indiscutible en África (y tercera del mundo) en emisiones fugitivas. Y dato 3: los principales importadores y vendedores de gas natural en España (lo venden en forma de electricidad o calefacción) son, en el Sector Eléctrico, Endesa, Iberdrola, Naturgy, EDP y Repsol; y en el Sector del Gas Natural: Naturgy, Endesa, Repsol, Iberdrola y Axpo.
El gas natural de España, el más sucio del mundo

La investigación de la FR documenta las fugas de metano producidas a escala mundial (entre enero de 2022 y marzo de 2024) y que tienen relación con España. Lo hace mediante los registros de numerosos satélites, gracias a los cuales ha contabilizado un total de 1.194 fugas del sector de los combustibles fósiles de países de los que España importa recursos energéticos. Los mapas de fugas que incluye el informe son demoledores. Las tres naciones que más gas le suministran a las compañías energéticas que luego nos venden ese gas en casa son -esas tres naciones- las más contaminantes del mundo. Las emisiones de metano, potente gas de efecto invernadero, que envía a la atmósfera el sector energético (Oil&Gas) de los Estados Unidos o el de Rusia son sencillamente extraordinarias. Como sus impactos sobre la salud ambiental (el metano produce cambio climático) o sobre las actividades económicas (la agricultura, por ejemplo). Por eso, la Fundación propone en su informe una Tasa Nacional sobre el Metano para el Sector de la Energía.

España -dicen los autores del informe- debería establecer una "tasa progresiva" sobre las emisiones de metano que obligue a los "emisores o importadores de emisiones de metano" a pagar un impuesto por tonelada de metano emitida. Esa tasa nacional comenzaría siendo de 300 euros y debería alcanzar los 1.500 en cinco años. La tasa noruega actual (año 2024) ronda los 1.400. La tasa USA es de 900 dólares (830 €). La propuesta de la Fundación tiene fundamento: porque el metano, ese combustible fósil que tan rentable le resulta a las compañías energéticas (Naturgy, por ejemplo, acaba de declarar más de 1.000 millones de euros de beneficio neto en los seis primeros meses de este año), le cuesta sin embargo muy, muy caro, a la sociedad.

Según datos recogidos por la Fundación en su informe, procedentes de la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (US Environmental Protection Agency, EPA), "los costes globales para la sociedad de una tonelada de metano serán de, al menos, 2.000 dólares en 2025". Más aún -destaca el informe-, "si se tienen en cuenta los efectos no climáticos del metano sobre el ozono, entre los que se incluyen los efectos sobre la agricultura, estos costes pueden aumentar hasta los 3.500-4.000 dólares" (3.228-3.689 euros). Es decir, que si la Administración española le impusiese al Sector de la Energía una Tasa Nacional sobre el Metano emitido de trescientos euros por tonelada, tal y como propone la Fundación en su informe, esa tasa (300 €) apenas estaría atendiendo (según las estimaciones de la EPA) el 8% de los costes (3.228-3.689 €) que producen esas emisiones en la sociedad (costes por su impacto en la salud, en la agricultura, en el turismo, etcétera).

Pero si en los Estados Unidos (o en Noruega, que no es miembro de la Unión Europea) tienen claro que esos costes hay que abordarlos vía Tasa, no sucede lo mismo en la UE. El Reglamento sobre el metano que acaba de aprobar la Unión Europea -recuerdan los autores del informe- no fija un precio para las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) procedentes de la extracción y manipulación de combustibles fósiles, ni en la UE ni en el resto del mundo.

Por consiguiente, las externalidades climáticas (esos impactos sobre la salud, la economía y el medio ambiente) no se internalizan plenamente en el precio de los combustibles fósiles suministrados al mercado de la UE. ¿Alternativa? España "debería" plantearse la implantación de un "modelo similar" al de los Estados Unidos o al de Noruega. La propuesta inicial de la Fundación es una muy concreta, como se dijo (300 euros anuales por tonelada de metano), tasa en todo caso que debería ir aumentando hasta los 1.500 euros por tonelada de metano "al cabo de cinco años". Esta tasa -añaden los autores del informe- también puede utilizarse "para incentivar la reducción de las emisiones de metano en el sector de los residuos, con proyectos para capturar y utilizar el gas de vertedero, o para separar y tratar los residuos municipales biodegradables y convertirlos en compost o energía".

La Fundación propone así mismo prohibir los contratos a las empresas con "fugas super emisoras"
Esto es lo que cuenta la FR (respecto al mayor yacimiento de gas de Argelia) en la página 37 de su informe Detección de fugas de metano en España y países importadores.

«[En Argelia], la mayoría de las fugas identificadas están concentradas en Hassi R'Mel, el mayor yacimiento de gas argelino y uno de los más grandes del mundo, con una producción de 100 millones de metros cúbicos al día. Se encontraron alrededor de 250 fugas super emisoras, porque se ha estimado que algunas de ellas pueden enviar a la atmósfera más de 40 toneladas de metano por hora en gran parte de los puntos detectados. Se espera que la producción continúe hasta que el yacimiento alcance su límite económico en 2046»

Y, a continuación, párrafo extraído de la página 43 del informe, en este caso referido al segundo mayor vendedor de gas a España

«Según los datos recabados por el Observatorio Internacional de Emisiones de Metano de Naciones Unidas, [en 2023 en Rusia] se observaron un total de 63 fugas de metano del gas y petróleo, 26 procedentes del carbón y 1 de residuos. La mayoría de fugas son de super emisores, con flujos de emisión estimados superiores a los 15 toneladas por hora de metano. En Rusia, la vigilancia y detección por satélite probablemente solo capte una parte de todos los super emisores, debido a la ineficacia de los satélites en regiones nevadas de alta mar como en el norte de Rusia, que es la región donde se encuentra una gran parte de las plataformas de extracción offshore»

La Fundación también propone prohibir los contratos de importación de gas de concesiones que empleen como técnica de extracción del gas la fractura hidráulica (coloquialmente conocida como fracking). El artículo 9 de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que prohíbe nuevas autorizaciones de permisos de extracción de hidrocarburos en España, "debería incluir -añaden los autores del informe- la prohibición de contratos de importación de gas de concesiones que utilicen fracking y también de aquellas en las que se hayan detectado fugas de metano de más de 10 toneladas por hora hasta que la fuga haya sido reparada".  

Existen distintos tipos de GEI y su contribución al calentamiento global varía en función de sus características
El dióxido de carbono, el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O), entre otros, están presentes en la atmósfera de manera natural, pero son también generados por las actividades productivas de la sociedad. El papel del metano es significativo porque procede de diferentes procesos de degradación de materia orgánica, por lo que su detección es más difusa y complicada. Además, su elevado potencial de calentamiento global lo convierte en un grave acelerador del aumento de la temperatura media a nivel mundial.

El metano (CH4) es uno de los principales y más potentes GEI que aceleran el cambio climático. Se calcula que es responsable del 30% del incremento de la temperatura media global desde el inicio de la revolución industrial, siendo el segundo gas que más ha contribuido al cambio climático tras el CO2.

El Potencial de Calentamiento Global (PCG) es una de las métricas cuantitativas y climáticas más utilizadas para evaluar la potencia relativa de las diferentes emisiones de GEI en comparación con el gas de referencia: el CO2. Es destacable que el Potencial de Calentamiento Global del CH4 (el metano) es de 29,8 (en 100 años) a 82,5 (en 20 años) veces el del CO2. Si bien es cierto que el metano tiene un periodo de vida en la atmósfera más corto que el CO2 (12 años comparado con los siglos del CO2), también lo es que el CH4 absorbe una cantidad de energía mucho mayor, reteniéndola en la atmósfera un menor tiempo, pero en mayor cantidad. Por este motivo se le considera un acelerador de los efectos del cambio climático. Por otro lado, es un gas precursor del nocivo ozono troposférico que contribuye a la contaminación atmosférica, perjudica la calidad del aire y así mismo daña los cultivos.

La evaluación global más reciente de las emisiones de metano a nivel internacional, realizada a marzo de 2024 por la Agencia Internacional de la Energía, sugiere que las emisiones mundiales anuales de metano se sitúan en torno a los 580 millones de toneladas (Mt). Esto incluye las emisiones de fuentes naturales (alrededor del 40% del total) y de la actividad humana (alrededor del 60% del total).

Las emisiones de GEI procedentes de la actividad y el desarrollo humano se conocen como antropogénicas.

La explotación y la industria de combustibles fósiles son el segundo mayor contribuyente a las emisiones antropogénicas de metano (el primero es el sector agroganadero). Los últimos datos muestreados eran de 120 Mt en 2023, repartidos así: carbón, 40 Mt; petróleo, 49; gas natural 29; y combustión incompleta de biomasa, alrededor de 10 millones de toneladas (Mt). Adicionalmente, el sector de residuos genera 71 Mt y el sector agroganadero 142 Mt.

El sector energético es responsable de casi el 40% de las emisiones totales de metano atribuibles a la actividad humana, sólo superado por la agroganadería. De los casi 120 Mt de emisiones que se estiman están vinculadas a los combustibles fósiles en 2023, cerca del 70% (80 Mt) proceden de tan sólo 10 países. Estados Unidos (14 Mt) es el mayor emisor de metano si hablamos del sector del petróleo y gas, seguido por Rusia (13 Mt).

La FR explica cómo de sofisticadas son a día de hoy las mediciones de metano
«En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022, celebrada en Sharm El-Sheikh (COP27), el Observatorio Internacional de Emisiones de Metano (IMEO, por sus siglas en inglés), del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, puso en marcha el Sistema de Alerta y Respuesta para el Metano (MARS). Este es el primer sistema mundial que conecta y unifica las emisiones de metano detectadas por diferentes satélites, a través de la creación de un proceso de notificación transparente que promueve los esfuerzos de mitigación de las emisiones sobre el terreno. Desde enero de 2023, el IMEO ha detectado casi 1.500 puntos de emisión de metano procedentes del sector energético en todo el mundo»

El informe de la Fundación, que documenta las fugas de metano (CH4) producidas a escala mundial, entre enero de 2022 y marzo de 2024, y las que tienen relación con España, revela que la mayoría de los escapes de metano tienen que ver con actividades relacionadas con la explotación de combustibles fósiles (y un porcentaje mucho menos relevante, con fugas en vertederos, por ejemplo). En España ha detectado un total de 29 fugas procedentes de instalaciones destinadas a la gestión de residuos.

La investigación también revela que el sector residuos es el segundo con mayor número de fugas documentadas.

Habida cuenta de todo ello, la Fundación Renovables propone un Plan Nacional para la Reducción de Metano, que incluya una batería de medidas para acabar con este problema y reducir las emisiones de metano. Entre ellas, destacan:
• Ampliar el ETS a las emisiones fugitivas de las operaciones internacionales de Oil&Gas, introduciendo un mecanismo de ajuste en frontera para las emisiones de gases de efecto invernadero.

• Restricción de contratos de importación con concesiones y promotores donde se encontraron superemisores, con una ratio mayor a 10 toneladas por hora (Tn/h), y posteriormente aquellos mayores de 1 Tn/h.

• Prohibición de contratos de importación de gas de concesiones que utilicen fracking y también aquellas donde hayan sido detectadas fugas de metano de más de 10 Tn/h.

• Una base de datos transparente en la que se pondrán a disposición de la opinión pública los datos sobre emisiones de metano notificados por los importadores, los operadores de la UE y a escala nacional.

• Establecer una metodología de intensidad de metano y unos niveles máximos que deberán cumplirse para los nuevos contratos de importación de petróleo, gas y carbón.

• Más sobre residuos: mejora de la digestión anaerobia de residuos sólidos y líquidos de la industria alimentaría, mejora del tratamiento primario de las aguas residuales, captación y uso del gas de vertedero para autosuficiencia energética de la instalación y prohibición de la quema al aire libre de residuos municipales.

Qué es el gas natural
El gas es un combustible fósil cuya extracción, transporte y quema produce gases de efecto invernadero, desencadenantes de cambio climático (el metano es el componente fundamental del gas natural: el 97% del gas natural es metano).

El metano es un gas con un potencial de calentamiento global 86 veces superior al del CO2 en los primeros 20 años de vida (emitir un kilogramo de metano es equivalente a emitir 86 de CO2). Cada vez más investigaciones científicas demuestran que las fugas de metano no han estado bien contabilizadas y representan un problema climático mayor del que se creía.

El Grupo de expertos Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC son sus siglas en inglés) define las emisiones fugitivas como “la liberación intencional o no intencional de los gases de efecto invernadero durante la extracción, el procesamiento y la entrega de los combustibles fósiles al punto de utilización final”. 

El informe Smoke and mirrors, de Bankwatch Network, publicado en enero de 2018, concluye que “los valores de emisiones fugitivas en más de la mitad de los escenarios están alrededor del umbral del 3% definido por la Agencia Internacional de la Energía, más allá del cual el gas fósil deja de ofrecer un beneficio climático en comparación con el carbón”.

Los científicos estiman -recuerdan los autores del análisis- que no podremos limitar el calentamiento del planeta a +1,5°C si no se reducen drásticamente las emisiones de metano de origen humano.

Hoja de ruta para la elaboración de una norma de la UE sobre importación de metano (Roadmap for the Development of an EU Methane Import Standard)

Manifiesto Controlar las fugas de metano en Europa, una tarea pendiente

Qué son las emisiones fugitivas
Las principales fuentes de emisiones fugitivas de las instalaciones de petróleo y gas son las provenientes de fugas de los equipos, venteo y quema en antorcha durante el proceso, pérdidas por evaporación (como consecuencia del almacenamiento y manejo del producto, en particular cuando ocurren pérdidas instantáneas) y descargas accidentales o fallas en los equipos. Las descargas accidentales son difíciles de predecir, pero pueden contribuir con una parte significativa de las emisiones cuando ocurren estallidos o rupturas de los gasoductos/oleoductos.

Estas descargas accidentales o fallas en los equipos pueden comprender
1) Escapes de pozos; 

2) roturas de gasoductos/oleoductos; 

3) accidentes que involucren cisternas de transporte; 

4) explosiones de tanques; 

5) migración de gas a la superficie en los alrededores de los pozos; 

6) voladura del revestimiento o cubierta superficial de los aparatos de venteo: esto se puede producir a causa de una fuga del revestimiento de producción hacia el revestimiento superficial o por la migración de fluidos desde abajo hacia el revestimiento superficial; 

7) fugas provenientes de pozos abandonados: las emisiones provenientes de pozos abandonados se deben a la aplicación de procedimientos inadecuados de abandono de pozos.

En general, la cantidad de emisiones fugitivas provenientes de actividades que involucran petróleo o gas no muestra una correlación directa con los niveles de producción o los rendimientos del sistema. Está más relacionada con la cantidad, tipo y antigüedad de la infraestructura del proceso (es decir, el equipo), las características de los hidrocarburos que se producen, procesan o manipulan, el diseño industrial y las prácticas de operación y mantenimiento.

Fuente: Manual sobre el sector de la energía (United Nations Framework Convention on Climate Change)

Contexto
La Ley Europea del Clima establece objetivos jurídicamente vinculantes para que la Unión Europea (UE) reduzca sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en, al menos, un 55% en 2030 (en comparación con 1990), alcance emisiones netas nulas de GEI en 2050, a más tardar y, a partir de entonces, logre emisiones negativas.

Para encaminar a la UE hacia el objetivo de 2030, la Comisión Europea (CE) ha propuesto una amplia gama de políticas en el marco del Pacto Verde Europeo y el paquete Objetivo 55.

Informe Detección de fugas de metano en España y países importadores. Análisis y propuestas de mejora

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