“Cada segundo se tiran más de 41.000 kg de alimentos mundialmente”, denuncia Casimir Dalmau, jefe de operaciones de Phenix, aplicación que alerta de este problema y lucha contra el desperdicio alimentario. “Es una situación insostenible para la Tierra”, añade.
El desperdicio ocurre en todas las fases de la cadena alimentaria: producción, distribución, restauración, consumo… Y alcanzan sus cotas más altas en el caso de las frutas, las hortalizas y los tubérculos, que representan entre el 40-50% del desperdicio alimentario.
Según datos de la ONU, si el desperdicio alimentario fuera un país, sería la tercera nación con más emisiones de gases de efecto invernadero del mundo, sólo detrás de China y Estados Unidos. Es decir, toda la comida que se tira tiene un grave impacto ecológico: los productos alimenticios no consumidos ocupan el 30% de las tierras agrícolas del mundo y requieren 250 km cúbicos de agua al año.
La reducción de las pérdidas de alimentos y el desperdicio alimentario son los indicadores de uno de los objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, el de producción y consumo responsables. Para cumplirlo, se debe reducir el desperdicio alimentario a la mitad para 2030. Año tras año, el Día de la Tierra –que hoy se celebra– sirve para acercar estos objetivos a la población y mostrar la repercusión de las pequeñas acciones, cuando se integran en la vida cotidiana.
En este sentido, Phenix recuerda que la compra responsable es una de las vías que tenemos para hacer frente al desperdicio alimentario. Esto significa apostar por la compra local, que no requiere que los camiones viajen grandes distancias, y por la fruta y la verdura ecológica, que no se producen con fertilizantes ni otros productos contaminantes. Planificar la compra ayuda también a organizar las comidas para evitar tirar alimentos. El uso de calculadoras de la huella alimentaria es otro recurso ya que ayudan a comprender cómo afectan nuestras elecciones al planeta (la necesidad de agua que requieren, los recursos humanos o los gases que emiten).
Phenix ofrece desde su app cestas para salvar el excedente de los comercios. La empresa, certificada como B Corporation (un nuevo tipo de negocios que buscan el equilibrio entre sus objetivos y los beneficios), está presente en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao, además de en otros cinco países europeos, con más de 1.8 millones de usuarios y 9.000 comercios asociados para evitar el despilfarro de alimentos.
De acuerdo con la compañía, si un usuario "salvara" dos cestas a la semana en Phenix (su precio medio es de 3,99€), estaría evitando 936 kg de emisiones de CO2.