Ante la falta de indicadores públicos específicos, sobre el proceso de descarbonización en el medio rural y su contribución a los objetivos nacionales, CIDE creó el Observatorio de Descarbonización Rural para realizar una evaluación y seguimiento del proceso de descarbonización en el ámbito rural, mediante el análisis de datos de manera sistemática y recurrente para generar información relevante y útil sobre el camino hacia la descarbonización, contribuyendo a que la conocida como que la mal llamada España Vaciada, porque está llena de oportunidades, no se quede atrás en dicho proceso.
Brecha energética
El informe destaca que en el año 2021, la producción de energía renovable de origen rural llegó a representar el 40% de la producción total en España, una importante contribución que logró evitar 44 millones de toneladas de CO2 equivalentes. Sin embargo, el uso de tecnologías renovables en estas zonas alejadas de las grandes urbes es menor que en el resto de España, en concreto un 20% menos que la media. Esta brecha energética entre el mundo rural y el urbano se debe a la existencia de una barrera principal que impide a los ciudadanos rurales realizar una inversión inicial en determinadas tecnologías y que dificulta aún más esta electrificación rural sostenible: la desigualdad económica a nivel rural.
En general, las menores rentas del mundo rural implican un menor grado de electrificación de usos energéticos más eficientes y sostenibles, una situación de desigualdad que provoca que únicamente un tercio de los hogares y empresas rurales tengan implementada alguna medida de eficiencia energética. Estos datos, aparentemente, no mejorarán de forma sustancial en los hogares rurales durante los próximos años, ya que según el estudio, tan solo el 4% de los habitantes rurales tienen intención de realizar una inversión en medidas de eficiencia energética durante los próximos cinco años.
Además, entre las empresas rurales, se puede apreciar un futuro más favorable, pero no suficiente, ante los retos energéticos a los que se enfrenta la sociedad, ya que casi la mitad de las empresas rurales no hará previsiblemente nada en la materia durante los próximos cinco años.
Medidas para favorecer la transición energética rural
En términos de descarbonización del medio, esta tendencia es "preocupante" para los autores del informe, más aún cuando no se identifican actuaciones claras que permitan reducir la brecha existente entre el medio rural tradicionalmente desfavorecido y el resto de España. Para paliar esta situación, el estudio propone líneas de actuación en diversos ámbitos:
Grado de electrificación y eficiencia en usos energéticos:
- No se identifican acciones precisas que permitan reducir la brecha energética del medio rural con el resto de España, por lo que existe una amplio margen de mejora en la sustitución de consumos energéticos menos sostenibles en las zonas rurales. Los programas de ayuda que ayuden a sustituir estas tecnologías más contaminantes en las zonas rurales se vuelven esenciales.
-Acompañar la descarbonización de las zonas rurales con soluciones de eficiencia energética que permitan reducir los consumos y la factura energética.
-Intensificar desde la administración pública y el ámbito privado las campañas de difusión, capacitación, apoyo y asesoramiento en el ámbito rural.
Generación eléctrica de origen renovable:
-Los nuevos desarrollos de generación renovable en las zonas rurales estarán
condicionados a la adaptación de las redes eléctricas, por lo que habrá que acelerar el desarrollo y digitalización de las redes eléctricas.
-Flexibilizar el procedimiento de determinación de los volúmenes máximos de inversión retribuible que pueden acometer los distribuidores.
-Incentivar nuevos desarrollos de generación renovable inclusivos y sostenibles con las zonas rurales, con mayores consumos de proximidad.
Autoconsumo y Comunidades Energéticas:
-Continuar fortaleciendo los canales de acceso a los mecanismos de ayuda para el autoconsumo habilitados desde las diferentes administraciones públicas. Para ello, la coordinación con la administración pública es fundamental.
-Mantener la intensidad de los esquemas de divulgación implementados y reforzarlos en aquellas regiones donde el comportamiento del autoconsumo no sea el esperado.
Almacenamiento eléctrico:
-Mantener en el tiempo las ayudas públicas destinadas al almacenamiento eléctrico, considerando las zonas rurales y reforzándolas en aquellos casos que su uso tenga mayor potencial estratégico.
-Difundir en el medio rural el potencial del almacenamiento combinado con el autoconsumo.
Vehículo eléctrico
-La vertebración de España con infraestructura de recarga de vehículo eléctrico implica su desarrollo en el medio rural. Este desarrollo debe contemplar el impulso del vehículo eléctrico para cubrir largas y medianas distancias desde las zonas urbanas.
-Fomentar el despliegue de infraestructura de recarga pública para reducir la incertidumbre en cuanto a las prestaciones de la electromovilidad en el medio rural.
-Establecer ayudas específicas para la adquisición de vehículos eléctricos en el medio rural y ofrecer una alternativa plausible de renovación de su parque automovilístico envejecido.
Concienciación y cohesión ciudadana
-Establecer canales de información específicos para el medio rural, con capacidad de llegar a todas las capas de la ciudadanía y empresas rurales
-Favorecer el acceso a las ayudas económicas públicas y privadas para la transformación de viviendas y el fortalecimiento
de la economía rural en las zonas rurales con mayor potencial.
-Reforzar las campañas de divulgación en aspectos que fomenten la cohesión del medio rural con el resto de España
Credenciales de CIDE y su Observatorio de Descarbonización Rural
CIDE es la principal Asociación española de pequeñas empresas distribuidoras de Energía Eléctrica, formada por cerca de 200 compañías, que dan servicio a más de dos millones de personas en, aproximadamente, medio millón de hogares de la España rural. CIDE desarrolla su actividad, en gran parte, en municipios rurales de menos de 5.000 habitantes, en prácticamente todo el territorio nacional, lo que le permite tener un papel activo en la España rural, contribuyendo al desarrollo social e industrial de este medio, creando empleo y favoreciendo la cohesión territorial.
Ante la falta de indicadores públicos específicos, sobre el proceso de descarbonización en el medio rural y su contribución a los objetivos nacionales, CIDE creó el Observatorio de Descarbonización Rural, bajo el lema Observar para Comunicar, con el objetivo principal de realizar una evaluación y seguimiento del proceso de descarbonización en el ámbito rural, recopilando y analizando datos de manera sistemática y recurrente para generar información relevante y útil sobre el camino hacia la descarbonización, contribuyendo a que la conocida como España Vaciada no se quede atrás en dicho proceso.
