Según la explicación ofrecida por Rainer Hinrichs-Rahlwes, presidente de EREC, el organismo se ha visto obligado a decidir su liquidación debido, principalmente, a “sus altas responsabilidades derivadas de sus obligaciones de arrendamiento de los tres grandes edificios de oficinas que componen la Casa de las Energías Renovables de Bruselas (63-67 rue d'Arlon). A pesar de toda nuestra esfuerzos para encontrar y negociar una solución viable, no lo hemos conseguido”.
“Es una larga y triste historia con final esperado desde hace meses”, ha declarado por su parte a Energías Renovables Ernesto Macías, presidente de la Alliance for Rural Electrification (ARE), otra asociación internacional del sector de reconocido prestigio, con base en la Casa de las Energías Renovables de Bruselas (Renewable Energy House, REH), la misma sede de EREC y otras asociaciones europeas.
“Hay muchas otras asociaciones que están pasando por una crisis muy dura, incluyendo EPIA. La semana pasada dimitió su secretario general en la asamblea anual, donde presentaron una situación financiera bastante preocupante. Los ´malos´ tienen mucho poder y el efecto de su influencia en las políticas de algunos países como España ha dañado de muerte a las industrias y están parando lo que hace sólo unos pocos años parecía imparable”, añade Macías. “La creciente competitividad de las tecnologías renovables es una amenaza demasiado grande para los intereses del lobby eléctrico convencional. ¡Y han mandado parar”, concluye el presidente de ARE, organización para la que Macias ha sido reelegido para otros cuatro años de mandado.
Escaparate de las renovables
La Casa de las Energía Renovables se inauguró en 2006 como un escaparate de la energía sostenible, con EREC como inquilino principal de los tres edificios hasta el año 2032. Tras su creación estuvo el príncipe Laurent de Bélgica, empeñado en convertir el edificio de estilo neoclásico en la demostración palpable de que es posible introducir las renovables y la eficiencia energética incluso en un edificio como este, de 140 años de antigüedad y situado en pleno corazón de Bruselas, cerca del Parlamento y del Consejo Europeo.
Hinrichs-Rahlwes considera "especialmente lamentable y un tanto irónico que el contrato de arrendamiento del edificio se haya convertido precisamente en la causa de la desaparición de una organización para la que se concibió esta casa", El presidente de EREC cree, además, que la disolución definitiva del organismo no ha podido llegar en un momento más inapropiado: "sin un fuerte sentido de la colaboración, el sector europeo de las energías renovables perderá capacidad para competir frente a las cada vez más desesperadas industrias de los fósiles, nuclear y sus grupos de presión", ha destacado..
Advierte, asimismo, que si queremos un futuro más sostenible, el sector de las energías renovables en su conjunto debe unirse y no competir entre sí por el favor del público y de los apoyos políticos. “La última década nos ha mostrado lo que se puede lograr con un alto nivel de consenso y de cooperación. Con la organización paraguas disuelta, será mucho más difícil lograr que se adopten las decisiones necesarias para crear un clima de inversión favorable para el sector de las energías renovables en Europa ", concluye.
EREC ha venido representado a todo el sector de las energías renovables europeo, actuando como gran paraguas de las asociaciones industriales, comerciales y de investigación que trabajan en energía solar (fotovoltaica, termosolar y térmica), minihidráulica, bioenergía, geotérmica y energías del mar. Una industria con una actividad económica anual de más de 130 mil millones de euros y más de 1 millón de empleados y en cuyo desarrollo EREC ha jugado un destacado papel.
