“La orden de cierre de Garoña del PSOE está en vigor y el único camino, que cumple con la legalidad vigente y con la seguridad nuclear, es el desmantelamiento de la segunda central nuclear más vieja de Europa”, afirma Raquel Montón, responsable de la campaña Nuclear de Greenpeace.
En julio de 2012, el Ministerio de Industria revocó parcialmente la Orden Ministerial del 3 de julio de 2009, que establecía el cese de explotación de la central nuclear de Santa María de Garoña para el 6 de julio de 2013. Esto permitía a Nuclenor (Endesa e Iberdrola) solicitar una nueva autorización de explotación por seis años más.
A juicio de Greenpeace, esta orden ha quedado sin efecto según la sentencia de la Audiencia Nacional porque el cese definitivo de explotación anula la orden de reapertura; porque las demandas de Greenpeace referidas al cierre definitivo han quedado satisfechas; y porque carece de sentido pronunciarse sobre la legalidad de una orden que ha quedado sin efecto.
“Solo hay una única dirección posible según marca la ley y según indican las normativas de seguridad nuclear: el desmantelamiento. Si el Gobierno modifica las leyes para hacer este carril de doble dirección estará jugando con nuestra seguridad nuclear”, apunta Montón.
Documentación: resumen del proceso de cierre y reapertura de Garoña.