Los autores del estudio indican que han realizado esta evaluación con la intención de facilitar la comprensión del cambio climático a nivel mundial, pero también para ayudar a los gestores del territorio y a los planificadores urbanos a visualizar los futuros climas de sus respectivas ciudades, lo que puede ayudarles en la toma de decisiones eficaces para responder a la crisis climática que ya estamos viviendo.
Su trabajo les ha llevado a analizar el clima en 520 ciudades principales del mundo para comprobar si en 2050 éste seguirá siendo como el que tienen en la actualidad o se parecerá más al de otras ciudades de diferentes regiones bioclimáticas. "Incluso bajo un escenario climático optimista de mitigación (escenario RCP 4.5, según el Quinto Informe del IPCC), encontramos que el 77% de las ciudades tienen muchas más probabilidades de experimentar un clima más cercano al de otra ciudad existente que al de su propio clima actual", señalan los científicos.
La tendencia general es que todas las ciudades tienden a desplazarse hacia los subtrópicos, señalan los expertos. No obstante, serán las del hemisferio norte las que acusarán el cambio mayor. En el caso concreto de Europa, tanto los veranos como los inviernos serán más cálidos, con incrementos medios de 3,5°C y 4,7°C, respectivamente".
De promedio, las ciudades del hemisferio norte se desplazarán 1.000 km hacia el "sur climático", a una velocidad de 20 km/año, y las ciudades de los trópicos se desplazarán hacia condiciones más secas. Así, de acuerdo a los resultados de Crowther Lab, el clima de Madrid en 2050 se parecerá al actual de Marrakech, el de Estocolmo al de Budapest, el de Londres al de Barcelona, Moscú a Sofía, Seattle a San Francisco, Tokio a Changsha o Los Ángeles a Hargeisa, en Somalia. Buenos Aires y Montevideo tendrán las mismas temperaturas que Sidney y la ciudad mexicana de Guadalajara las de Lahore, en Pakistán.
Los científicos de Crowther Lab también han analizado cuántos grados subirá el termómetro en el mes más caliente del año en 2050. En Guadalajara, por ejemplo, la temperatura máxima será hasta 4,6 grados centígrados superior a la actual. Todo ello conducirá a que muchas ciudades actualmente templadas sufran escasez de agua, especialmente en Europa.
La situación no apunta mucho mejor en otras regiones del globo. Si bien las ciudades de las regiones tropicales experimentarán cambios menores en la temperatura media, se verán afectadas por cambios en los regímenes de lluvias. Esto se caracteriza tanto por el aumento de las precipitaciones extremas (+5% de precipitaciones en el mes más húmedo) como por la gravedad e intensidad de las sequías (-14% de precipitaciones en el mes más seco). Con sequías más severas, las ciudades tropicales se moverán hacia los subtrópicos, es decir, hacia climas más secos.
Los expertos de Crowther Laba matizan que el destino de las grandes ciudades tropicales sigue siendo, no obstante, muy incierto, porque muchas regiones tropicales experimentarán condiciones climáticas sin precedentes. De hecho, del 22% de las ciudades que experimentarán condiciones climáticas inusuales en la actualidad, el 64% de ellas se encuentran en los trópicos. "Hablamos de ciudades como Manaus, Libreville, Kuala Lumpur, Yakarta, Rangún y Singapur".