Andalucía consumió (energía primaria) 19.120 kilotoneladas equivalentes de petróleo (kteps) en 2019, según su último Balance energético anual (que acaba de publicar el Ejecutivo andaluz). Esa cantidad es muy similar a la registrada en 2018. Sin embargo, dentro de ese total, las partes sí que han cambiado. Y mucho. La producción de energía a partir de recursos propios (fuentes renovables) ha rondado las 3.700 kteps en 2019, lo que supone algo más del 19% del consumo total de energía. El otro 80%, sin embargo, Andalucía se ha visto obligada a importarlo. Según el Balance 2019, el grado de dependencia energética de la región es del 81% (en el año 2000 era del 90%).
De entre los productos importados, el producto estrella en 2019 ha sido un combustible fósil, el gas natural, cuyo consumo ha crecido en Andalucía nada más y nada menos que treinta puntos, según el Balance 2019. Alrededor del 80% de toda la energía empleada por Andalucía en 2019 ha salido de la familia fósil: carbón (muy poco), petróleo y gas.
En cuanto a los productos autóctonos (el viento, el Sol, la biomasa, el agua), o sea, las fuentes limpias de energía, han producido en 2019 más energía que nunca antes: alrededor de 3.700 kteps (la cifra más alta desde que existen registros estadísticos).
En el caso concreto de la demanda de energía eléctrica, Andalucía ha pasado de importar el 83% de las fuentes de energía (carbón, gas...) necesarias para producir electricidad en el parque generador ubicado en la Comunidad en el año 2000 al 58% en 2019. La revolución renovable es la causa de esa evolución.
El Balance 2019 (situación energética de Andalucía) destaca la puesta en marcha de 1.112 nuevos megavatios (MW) eléctricos renovables, fundamentalmente de tecnología solar fotovoltaica. Enfrente, el uso del carbón para la generación de electricidad se ha reducido en 2019 de forma drástica, hasta suponer tan solo el 3,9% del total de energía consumida en la comunidad andaluza. El consumo de carbón ha caído un 71% (1.839 kteps menos que en 2018). Respecto a otras fuentes de energía, el consumo de petróleo y derivados se mantiene prácticamente igual que en 2018, y se incrementa, como se apuntaba más arriba, el consumo de gas natural un 30% (1.321 ktep), cubriendo parte del hueco que deja el carbón en la estructura de generación eléctrica. [Bajo estas líneas, la tabla muestra el peso de cada fuente de energía en la tarta energética andaluza, y compara esa distribución de porcentajes con la situación a escala nacional].
Según el Balance 2019, las emisiones de CO2 asociadas al uso de combustibles fósiles descendieron un 11% respecto al año anterior en Andalucía, estimándose en 37.285 kilotoneladas (kt). A esta reducción -señalan desde el Ejecutivo- ha contribuido "de manera decisiva" la descarbonización del sistema de generación andaluz, que ha disminuido un 31% sus emisiones de CO2: "no en vano, el 38% de toda la electricidad producida en Andalucía durante 2019 procedió de fuentes libre de emisiones de dióxido de carbono (frente al 34% del año anterior), situándose en 13.367 GWh (gigavatios hora)". El resto, 22.005 GWh, provino en su mayoría del gas natural (en torno a un 52% de la producción total), mientras que el carbón generó un 73% menos de electricidad respecto a 2018 y supone apenas el 9% del total de la producción de electricidad en Andalucía.
Por último, señalar, que, en términos de consumo de energía final (que engloba la demanda de energía en los distintos sectores: residencial, transporte, industria, primario y servicios) se ha incrementado con respecto al año anterior un 3,6% y asciende a 13.566 kteps. La energía final se define como la cantidad de recursos energéticos consumidos en los procesos que utilizan energía para obtener un bien concreto o un servicio de uso final (demandas de los ciudadanos, usos industriales, consumos de los servicios, etc.). En general, el consumo de energía final es menor que el de energía primaria ya que en toda la cadena de la energía se producen pérdidas.
Análisis sectorial
El sector transporte aumentó su consumo de energía final un 2,6% (135 ktep) y sigue ostentando el primer puesto como mayor consumidor, al demandar el 39,2% (5.319 ktep) del consumo total de energía final en Andalucía, englobando el 68% del consumo de derivados de petróleo, aunque también ha aumentado el consumo de biocarburantes en un 1,8% (4,9 ktep).
La industria, el segundo consumidor de energía (31,3%) después del transporte, es el sector que más crece en consumo de energía final (8,6%, en 336 ktep), si bien este incremento se cubre en una gran parte mediante el consumo de energía renovables, que aumenta en un 47,4%, y de gas natural, con un incremento del 12% respecto al año anterior.
Después de la industria, el sector servicios es el segundo con mayor crecimiento en el consumo de energía final, aumentando su demanda de energía renovable en un 5,4%, de productos petrolíferos (1,8%) y, sobre todo, de gas natural (34,2%).
El primario, aunque es el sector que menos energía consume, también aumenta su demanda de energía final en un 3,5%, pero lo hace a costa de incrementar el consumo de gas en un 38,9%, y, en menor medida, de productos petrolíferos (1,6%), siendo el único que reduce su demanda de energía renovable (un 20,7% menos que en 2018).
Con un 4,6% menos, el residencial es el único sector que disminuye su consumo de energía final en 2019. Por fuentes, también reduce su consumo de productos petrolíferos en un 3,2%, en contraposición con el aumento de consumo de energía renovable (4,9%), así como el de gas natural (3,2%).
Por último, señalar que todos los sectores continúan electrificando su demanda de energía (consumen más electricidad en detrimento de otros combustibles para cubrir sus necesidades energéticas) con respecto al año anterior menos el residencial, que baja en un 7,2%. En el sector primario crece un 9,5% (133,8 ktep), en la industria un 4,6% (373,3 ktep), en el transporte un 4,6% (10,8 ktep) y en el sector servicios un 1,6% (176 ktep).
Análisis por provincias
El consumo de energía final se ha incrementado respecto a 2018 en todas las provincias andaluzas salvo en Almería, donde se reduce un 1,9% (19,3 ktep). El mayor crecimiento en porcentaje se registra en la provincia de Huelva, con un 11,7% (190 ktep), seguida por Jaén con un 6,8% (74,2 ktep), Córdoba con un 5,6% (60,9 ktep), Málaga con el 3% (64,2 ktep), Sevilla con un 2% (48,3 ktep), Cádiz con el 1,7% (41 ktep) y Granada con el 1,4% (18,4 ktep).
El consumo de energías renovables se incrementa en todas las provincias salvo en Huelva, donde se reduce un 35,8% (26,7 ktep). Los mayores incrementos de consumo de fuentes limpias se registran en Sevilla con un 31,1% (47 ktep), Málaga con un 28,5% (31,4 ktep), Córdoba con el 26% (36,9 ktep), Cádiz con el 20,1% (11,2 ktep) y Jaén con el 17,8% (36,5 ktep). En menor medida aumenta en Granada, donde alcanza el 11,9% (15,9 ktep) y Almería con un 8,5% (4 ktep).
Respecto al consumo de productos petrolíferos, aumentó en Jaén un 7,5% (37,1 ktep), en Huelva un 4,5% (27,8 ktep), en Málaga un 3,3% (45,8 ktep), en Córdoba un 1,9% (10,5 ktep) y en Sevilla el 1,6% (21,9 ktep). Se reduce el consumo en Almería un 3,7% (23,7 ktep), en Cádiz un 1,2% (17,6 ktep) y en Granada un 0,7% (4,9 ktep).
El consumo de gas natural desciende en Málaga (un 5%, 5,9 ktep), Sevilla (1%; 2,8 ktep) y Jaén (0,9%, 1,3 ktep). Aumentan su consumo Huelva (29%, 186,9 ktep), Cádiz (10,8%, 48,6 ktep), Córdoba (9,4%, 10,9 ktep), Almería (8,1%, 5,4 ktep) y Granada (7,3%, 9,3 ktep).
Al incremento del consumo de energía eléctrica contribuyen Córdoba con un 1% (29,8 GWh), Jaén con un 0,8% (22,6 GWh) y Huelva con un 0,7% (23,4 GWh). Reducen su consumo las provincias de Sevilla un 2,7% (207,1 GWh), Almería un 1,8% (58,2 GWh), Málaga un 1,3% (81,7 GWh), Granada un 0,7% (21,7 GWh) y Cádiz un 0,3% (15,7 GWh).
Toda esta información estadística se puede consultar con un mayor nivel de detalle en la publicación 'Datos Energéticos 2019', ya disponible en la página web de la Agencia, así como en la herramienta Info-Energía, a través de la cual todos los datos se pueden exportar en formato hoja de cálculo y lector pdf.