La gran mayoría de españoles (93 %) es favorable a la inversión por parte de la Unión Europea (UE) en energías renovables a gran escala y al aumento de la eficiencia energética, del transporte y de los bienes de cara a ser menos dependientes de productores de energía de fuera de la UE, en mayor medida que el conjunto de los europeos (86 %). También son favorables a la reducción de la importación de petróleo y gas (92 %); de nuevo por encima de la media del conjunto de los europeos (84 %). Además, nueve de cada diez españoles (87 %) ha tomado medidas recientes para reducir su consumo de energía o tiene previsto hacerlo en un futuro próximo, frente al 81 % de los europeos. Son los datos del último Eurobarómetro estándar para España realizado por la Comisión Europea, realizado durante enero y febrero de 2023.
La encuesta -informa la Comisión Europea- también revela otros puntos señalando la inflación como el problema más importante para los españoles, un mayor sentimiento de pertenencia a la Unión Europea y que existe un gran apoyo a facilitar ayuda a Ucrania y a la política energética de la UE. Un 54 % de los españoles sitúan la inflación como el primer problema al que se enfrenta el país (el doble que en el informe 2022). La situación económica (24 %) es el siguiente motivo de preocupación para los españoles y el desempleo le sigue con un 22 %. Los españoles, por una parte, valoran la situación económica del país (77 %) y de la Unión Europea (61 %) como mala, y por otra parte, el 70 % valora como positiva la situación financiera de sus hogares.
La gran mayoría se muestra a favor de que se tomen más decisiones a nivel de la UE (76 %), dato muy por encima de la media europea (57 %) y a que se establezcan políticas comunes en materia de defensa (84 %), política de migración (82 %), energética (82 %) y exterior (81 %). Además, para casi siete de cada diez españoles (69 %), la voz de la Unión Europea cuenta en el mundo. Otro de los asuntos que se ha abordado es el de la desinformación: la gran mayoría de los españoles es consciente de que las noticias falsas son un problema para España (83 %) o para la democracia en general (86 %).