El dato lo aportó Jorge San Miguel, director general de Industria, Empresa e Innovación, la semana pasada en la jornada técnica que se celebró en el Colegio de Ingenieros Industriales de Navarra (COIINA) y que contó con la presencia de un centenar de asistentes, y la participación del decano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales, Miguel Iriberri y del director general del Centro Nacional de Energías Renovables (CENER), José Javier Armendáriz.
Entre los indicadores de los balances energéticos de Navarra en 2011, destaca el consumo de energía en la Comunidad Foral: un total de 1,97 millones de toneladas equivalentes de petróleo, que suponen un descenso del 2,9% respecto al consumo de 2010. Navarra gastó el año pasado en energía 2.141 millones de euros, el 10,6% del PIB de la Comunidad Foral.
Y por tipo de energía, el petróleo y sus derivados (con un 45,46%), el gas natural (23,46%) y la electricidad (20,45%) supusieron en 2011 más del 90% de la energía total consumida en Navarra. En su presentación de los citados balance, San Miguel calificó de “excelentes” los resultados. En cuanto al descenso de consumo, “debe tomarse como un elemento estratégico de competitividad, ya que detrae recursos que podrían destinarse a otras actividades”.
Por sectores, el transporte sigue siendo el mayor consumidor desde el año 2006, representando un 38,15% del consumo de energía en Navarra, seguido de la industria (34,89%) y del sector doméstico, comercio y servicios (17,22%). La agricultura supone el 7,19% de la energía utilizada y la Administración y servicios públicos, el 2,54%. Todos los sectores, salvo la industria, consumieron menos en 2011 que en 2010.
2013, Año de la Energía
Miguel Iriberri, decano de COIINA, resaltó en su exposición las posibilidades que para el sector energético y para los ingenieros supone la internacionalización de conocimientos, servicios, instalaciones, etc. Adelantó la celebración durante el 2013, del Año de la Energía, con numerosas actividades lideradas por el Colegio de Ingenieros Industriales de Navarra, así como la realización de un estudio (en un total de 40 países) sobre las posibilidades de internacionalización de la ingeniería que está realizando el Consejo General de Ingenieros Industriales.
Destacó el papel de las innovaciones tecnológicas para garantizar la seguridad del suministro y la mejor utilización de las energías renovables, hasta conseguir un modelo energético sostenible. Aseguró que “en 25 años la generación de energía por renovables será cuatro veces mayor a la que se registra en la actualidad, llegando a suponer el 45% total de la generación eléctrica”. Como retos más inmediatos, Iriberri señaló que el ahorro energético de España con horizonte 2013 se sitúa en el 11%.
Como resumen de su intervención el decano de COIINA aseguró que el reto es “conseguir el acceso universal a la energía de forma sostenible, atender a la creciente demanda de forma segura y estable, y reducir el impacto ambiental que produce la generación de la energía”.
Retos y tecnologías
Por su parte, José Javier Armendáriz, director general de CENER, repasó los retos y tendencias tecnológicas de la energía eólica, el sector solar fotovoltaico, la energía solar térmica, la biomasa y los biocarburantes de segunda generación.
Tras una detallada información sobre la situación en España de las distintas fuentes de energía en la generación eléctrica y su evolución, recordó que la contribución total (directa e indirecta) del sector de las renovables al PIB nacional fue en 2009 de 10.283 millones de euros y se estima que alcanzará los casi 18.000 millones de euros en el año 2020.
“El sector eólico contará en los próximos años con palas inteligentes, grandes aerogeneradores, avanzadas estrategias de control, así como nuevos materiales y procesos de fabricación optimizados. Siempre con el objetivo de reducir el impacto ambiental. El sector fotovoltaico desarrollará módulos para su integración en la edificación, la producción de silicio grado solar de bajo coste y mejoras en la automatización de los procesos”.
Finalizó su intervención señalando que la eficiencia energética, derivada de la integración del uso de renovables, mediante el uso integral de la biomasa, permite obtener balances energéticos que minimizan la tasa de consumo de energía fósil por la unidad de bioenergía producida.