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El 18,3% de las empresas del sector de las energías renovables "prevén realizar nuevas contrataciones en el corto plazo"

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La Fundación Biodiversidad y el Observatorio de la Sostenibilidad en España, instituciones ambas dependientes del Ministerio de Medio Ambiente, han presentado hoy un informe que analiza "el potencial de los nuevos yacimientos de empleo verde" en España. Según el estudio, casi el 20% de las empresas del sector de las energías renovables –que ya emplean a más de 100.000 trabajadores– tiene previsto contratar personal "en el corto plazo".

Ya hay medio millón de empleos verdes directos (concretamente 530.947) en España, es decir, que un 2,62% de la población ocupada en nuestro país trabaja en empresas que se dedican a la gestión de zonas forestales, la educación ambiental, las energías renovables, la ganadería ecológica, el tratamiento de residuos, la depuración de aguas o la I+D+i ambiental. El estudio, que ha sido llevado a cabo durante la segunda mitad de 2009, señala al sector de las energías renovables como "el que más ha crecido, multiplicándose por 30 el número de empleos en una década" (entre 1998 y 2009).

Eso, en cuanto a la cantidad (de puestos de trabajo generados). Pero es que, en materia de calidad, el empleo verde en general y el sector de las energías renovables en concreto también salen bien parados. Según el informe presentado hoy, "una característica destacable del empleo verde es el marcado predominio del empleo continuo a tiempo completo, que viene a representar, según la estimación realizada, el 96,6% del total" (la media de la economía española es del 65%, pues la mayoría de los demás sectores apuestan más por el empleo discontinuo y/o a tiempo parcial).

La cualificación de los "empleados verdes" también es muy superior a la media. Mientras que la economía española registra un 43% de titulados universitarios o FP, en el empleo verde (incluidos todos los sectores estudiados en este informe), ese porcentaje se eleva por encima del 60%. En el caso concreto de las energías renovables, más del 50% de sus trabajadores son titulados universitarios y el 29,4% tienen título de formación profesional (frente al 18,6% de media de la economía española). En fin, 79,9% en el sector de las renovables frente a un 43% que registran, por término medio, el resto de los sectores de la economía española.

Uno de cada cinco empleos verdes lo producen las energías renovables
Según el estudio hoy presentado, el 20,6% del total de los empleos verdes actuales se concentra en el sector de las renovables, en el que se computan 109.368 puestos de trabajo directos, cifra sólo superada por el sector dedicado a la gestión y tratamiento de residuos, con 140.343 puestos de trabajo. Eso sí, el sector de las renovables es el que más ha crecido a lo largo de los últimos diez años, concretamente un 3.005%, muy por delante (en realidad, a años luz) de todos los otros nichos de empleo verde.

Para que nos hagamos una idea, tras los 3.000 puntos de incremento porcentual registrado en el sector de las renovables se situarían, muy lejos, el sector de la educación e información ambiental, cuyo número de empleos ha crecido un 775%, los servicios ambientales a empresas (332%) y el tratamiento y depuración de aguas residuales (279%). A continuación vendrían la gestión y tratamiento de residuos, cuya tasa de incremento se ha elevado hasta el 272%, los empleos en agricultura y ganadería ecológicas, que han crecido un 114%, los relacionados con la gestión de zonas forestales (41% de crecimiento) y el sector público ambiental (23%).

El gobierno sabe que los vaivenes no le van bien al sector
El informe señala como motivos del fuerte desarrollo experimentado por el empleo verde en España el notable avance del mercado ambiental y, en el caso concreto de las energías renovables, "lo que más resalta es la combinación de una apuesta pública por las energías renovables (especialmente en el último lustro) y una presión de la normativa ambiental europea sobre el sector empresarial". El informe, además, identifica el cambio climático como una oportunidad "que encierra un gran potencial de creación de empleo".

No obstante, y pese al formidable incremento experimentado por el sector de las renovables a lo largo de los últimos diez años, "el potencial de generación de empleo en este sector solo está en su primera fase de aprovechamiento", según el estudio, que no duda sin embargo en señalar los obstáculos que puede encontrar ese potencial: "la imprecisión y vaivenes de la política energética española de los últimos tiempos puede ralentizar temporalmente el progreso de esta actividad, al generar incertidumbre entre los inversores de instalaciones energéticas y una seria inestabilidad en la producción de bienes de capital (aerogeneradores, placas fotovoltaicas, maquinaria para la producción de biocarburantes, así como componentes y otros útiles y materiales para las instalaciones) y de servicios a las empresas".

En ese sentido, el informe hoy presentado por la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, señala con claridad (página 67) que "los riesgos que esto conlleva [la imprecisión y los vaivenes de la política energética] van más allá de la oscilación de la producción y la inversión; esta situación de inestabilidad institucional generadora de incertidumbre y turbulencias en el sector de energías renovables en su conjunto puede comprometer la continuidad de unas capacidades empresariales, humanas, industriales y de creación de conocimiento que no son fáciles de generar y que constituyen [en el caso español] ventajas competitivas inestimables para el desarrollo económico futuro, guiado por los criterios de ecoeficiencia y sostenibilidad".

En fin, que el gobierno ha encargado un estudio a dos de sus organismos más activos, y que el estudio ha puesto negro sobre blanco lo que el sector viene reclamando desde hace mucho tiempo: estabilidad regulatoria para que la incertidumbre no retraiga la inversión y el sector no pierda la ventaja (competitiva) que le ha situado en la vanguardia a escala global. Según el informe presentado hoy, "considerando su peso específico, sus perspectivas de crecimiento futuro y la importancia de la actividad externalizada, es lógico atribuirle al sector de energías renovables una trascendencia estratégica especial, con la consiguiente atención a su futuro desarrollo, máxime cuando España está consiguiendo en esta actividad ventajas competitivas a nivel internacional" (página 83).

Esperanza, a pesar de todo
A pesar de todo lo susodicho, y a pesar de que existe –apunta el informe– gran incertidumbre en un contexto de crisis económica generalizada, "las perspectivas de crecimiento en el corto plazo de un alto porcentaje de empresas son moderadamente optimistas". Eso sí, el estudio elaborado por el OSE y la Fundación Biodiversidad insiste en que "la incertidumbre en que se encuentra el sector de las energías renovables hace muy aventurado establecer tendencia alguna". Así, señala, "basta ver que, del colectivo de empresas de más de cien empleados, el 64,8% no responde a la cuestión sobre Expectativas de Comportamiento de la Facturación" (más de la mitad de los empleados en el sector de las renovables –concretamente el 54,1%– trabajan para empresas de más de cien empleados).

Sin embargo, el informe revela que la mayoría de las empresas de más de cien trabajadores que sí han contestado a esa cuestión (Expectativas de Comportamiento de la Facturación) esperan tasas de crecimiento de la facturación superiores al 10% "en los próximos tres años". Otro aspecto de la cuestión –añade el informe– es el "escaso número de empresas que esperan una disminución de la facturación", con la excepción del intervalo de empresas con entre dos y cincuenta empleados, en el que se ubican muchas empresas de ingeniería e instalación, "más afectadas por la crisis del sector de la construcción (vía instalación de placas solares térmicas) y las perturbaciones producidas por el cambio e incertidumbre en la política de energías renovables, y cuya facturación es muy sensible a los cambios normativos y a la construcción de nuevas viviendas".

Así las cosas, y si nos atenemos al conjunto del espectro empresarial, lo que se aprecia –dice el informe– es un "claro predominio de las expectativas positivas y un peso significativo de las empresas que esperan incrementos de facturación superiores al 5% durante los próximos tres años, incluidos los autónomos". El informe añade, además, que "si no se tuviera en cuenta la perturbación que supone la fuerte incertidumbre que afecta al sector, se podría afirmar que el crecimiento de la facturación y, por tanto, de la creación de empleo en el medio plazo de este sector puede ser sensible siempre y cuando exista una apuesta clara de la administración pública española por las energías renovables, y más claridad en la política energética".

El 18,3% de las empresas prevé realizar nuevas contrataciones a corto plazo
La previsión de crecimiento del empleo en el corto plazo es otro de los indicadores que ha estudiado el informe. Según el OSE y la Fundación Biodiversidad, este indicador permite identificar la intención de contratación de los distintos sectores analizados. Pues bien, "de acuerdo con la información generada, son las empresas del sector de energías renovables [de entre todas las generadoras de empleo verde] las que muestran mayor propensión a la contratación de nuevos empleados (el 18,3% de las empresas prevén realizar nuevas contrataciones en el corto plazo)".

Eso sí, las empresas de mayor tamaño (más de cien trabajadores) son "las más dispuestas relativamente a la generación de nuevos contratos, lo que es, en principio, coherente con las mayores y mejores expectativas de crecimiento de la facturación de este grupo de empresas y la tendencia a la concentración observada en ciertas actividades". Según el estudio, "son los subsectores de servicios ambientales a las empresas, gestión y tratamiento de residuos y energías renovables, en los cuales las empresas de dicho tamaño [más de cien trabajadores] muestran mayores expectativas de facturación futura, los que explican esta alta propensión en la contratación de las empresas más grandes".

Efecto arrastre, empleos indirectos
La creación de empleo indirecto también es abordada en el informe. En ese sentido, "Empleo verde..." señala que la influencia de estos sectores "sobre otras actividades, por mediación de la demanda y oferta de bienes y servicios, es también muy importante". El análisis del OSE y la Fundación Biodiversidad reconoce que se limita a identificar "los efectos arrastre hacia atrás más inmediatos, es decir, a través de la demanda de bienes y servicios por parte de las empresas estudiadas, a través de diferentes variables". La primera variable analizada es la externalización de operaciones de producción de componentes y servicios, que califica de "excelente indicador del efecto multiplicador que puede presentar el crecimiento de una actividad sobre el resto del tejido productivo no ambiental".

Según el estudio, el porcentaje de empresas que externalizan operaciones de producción de componentes y servicios varía considerablemente entre los distintos sectores estudiados. Eso sí, en el caso de las empresas de servicios ambientales a empresas y en el sector de las energías renovables, este porcentaje está cercano al 50%, "con lo que el efecto multiplicador de su evolución ha de considerarse muy elevado, aspecto que ha de ser valorado muy positivamente, dado que han sido precisamente estos dos sectores los que muestran las expectativas de crecimiento más favorables".

En concreto, en el sector de las energías renovables casi el 47% de las empresas recurre al trabajo de terceros para desarrollar su actividad. Según el informe, "el que así ocurra en el sector de energías renovables obedece a la propia naturaleza de la actividad (diseño y ensamblaje de equipos, mantenimiento de los equipos de energías renovables o la propia actividad de producción de energía eléctrica renovable), que origina una alta división del trabajo y especialización de funciones por razones de economías de escala, conocimiento y habilidades". Esta particularidad –añade el estudio– hace que el sector "tenga que integrarse en un cluster productivo con fuertes ramificaciones en la economía convencional".

Conclusión
El informe señala, además, que el sector de las energías renovables es el que mayor porcentaje de externalización (64%) presenta, "lo que refuerza, aún más si cabe, la tesis de que este sector tiene un efecto arrastre muy superior al resto de sectores analizados". En términos cuantitativos, el 73,4% de los componentes y servicios que externaliza el sector de las renovables procede de otros sectores de la economía convencional española, el 16,6% procedería de la Unión Europea y apenas un 9,7%, de otros países.

Eso sí, "el sector de energías renovables muestra una mayor dependencia de la tecnología importada tanto de la Unión Europea (46%) como de otros países (19%)" (poco más del 30% sería de origen nacional). Este resultado –concluye el informe, "aunque alentador en cuanto al desarrollo reciente de las capacidades tecnológicas y la I+D ambiental en nuestro país, permite identificar un desfase entre la adquisición de componentes y servicios nacionales y la aplicación de tecnologías de origen nacional, todo lo cual pone de manifiesto la dificultad que muchas empresas del sector encuentran a la hora de identificar y adquirir tecnología nacional, debido, por un lado, a la debilidad del sector de bienes de capital español y, por otro, al todavía incipiente desarrollo de las actividades de I+D ambiental".

El informe "Empleo verde..." señala, en todo caso, que "la mayor parte del efecto arrastre generado por esta nueva economía beneficia a la economía nacional". Así las cosas, el informe concluye explícitamente que "considerando su peso específico, sus perspectivas de crecimiento futuro y la importancia de la actividad externalizada, es lógico atribuirle al sector de energías renovables una trascendencia estratégica especial, con la consiguiente atención a su futuro desarrollo, máxime cuando España está consiguiendo en esta actividad ventajas competitivas a nivel internacional".

Más información
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