El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha indicado que no será aplicable el límite de precio acordado por la coalición internacional formada por los países del G7, la Unión Europea y Australia, cuando el crudo ruso haya sido transformado sustancialmente en una jurisdicción distinta a la de la Federación de Rusia mediante alguno de los procesos de refino contemplados. "Una vez que los productos del petróleo rusos o el petróleo ruso se transforman sustancialmente en una jurisdicción que no sea la Federación Rusa, ya no se consideran originarios de la Federación Rusa y, por lo tanto, el precio máximo ya no se aplica", ha explicado la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) en una guía preliminar sobre la implementación del tope de precios en los productos petroleros de Rusia. En este sentido, la oficina adscrita al Departamento del Tesoro -informa Europa Press- ha señalado que espera publicar antes del 5 de febrero de 2023 una guía combinada definitiva sobre la implementación del tope de precios para el petróleo ruso y los productos derivados del petróleo ruso.
Por otro lado, la OFAC ha aclarado que el precio tope será aplicado desde el inicio del transporte marítimo de productos petrolíferos rusos hasta la primera venta en tierra en una jurisdicción distinta de la Federación Rusa por lo que una vez que los derivados hayan pasado la aduana en una jurisdicción distinta de la rusa, el precio máximo no se aplicará a ninguna otra venta en tierra. En cualquier caso, ha indicado que los productos derivados del petróleo ruso cargados en un buque antes del 5 de febrero de 2023, y descargados en el puerto de destino antes del 1 de abril de 2023 "no estarán sujetos a la determinación de productos derivados del petróleo" y, en consecuencia, los proveedores de servicios estadounidenses podrán continuar brindando servicios con respecto a los productos adquiridos a cualquier precio.
Asimismo, ha explicado que no se considerará que los productos derivados del petróleo sean originarios de la Federación Rusa únicamente porque contengan una cantidad mínima de derivados de crudo ruso sobrantes de un contenedor o tanque. "A los efectos de evaluar si los productos derivados del petróleo son originarios de la Federación Rusa, los estadounidenses pueden confiar razonablemente en un certificado de origen, pero deben tener cuidado si tienen motivos para creer que dicho certificado ha sido falsificado o es erróneo", ha advertido.