La joven Thunberg dejó sin palabras a la comunidad internacional en su intervención durante la CoP24 en Katowice cuando manifestó que “para solucionar esto tenemos que hablar claro, no importa lo incómodo que sea”, añadiendo a continuación que “vosotros solo habláis de crecimiento económico verde infinito porque tenéis miedo de parecer demasiado impopulares. Solo habláis de moveros hacia adelante con las mismas malas ideas que nos han metido en este desastre. Incluso cuando lo único sensato es tirar del freno de emergencia”. Aceptar la emergencia de la lucha climática -explican desde Ecologistas- supone aceptar también las indicaciones del panel de Expertos Sobre el Cambio Climático y las rutas de descenso de las emisiones de gases de efecto invernadero propuestas, por muy drásticas que sean.
El lenguaje políticamente correcto
La huelga estudiantil ha recibido manifestaciones de apoyo de partidos políticos, sindicatos, empresas y otras organizaciones. Sin embargo -denuncia Ecologistas-, en estos apoyos está ausente cualquier referencia a compromisos de reducción medibles y coherentes con las indicaciones científicas. En ese sentido, la oenegé ecologista reclama a todas estas organizaciones -partidos, sindicatos, empresas- "que canalicen su acuerdo con las movilizaciones juveniles planteando los cambios necesarios en sus propias entidades y asuman el cumplimiento de objetivos coherentes con las indicaciones del IPCC. De esta forma -señalan-, estos sectores tendrían la oportunidad de llevar a cabo el ejercicio de pedagogía necesario para trasladar a sus representantes en comarcas mineras o nucleares y sectores altamente dependientes de los fósiles la necesidad de acelerar la transición energética y el cambio de sistema económico y social".
Con el interés de facilitar la evaluación sobre los compromisos de reducciones, "y especialmente a las puertas de un nuevo ciclo electoral", la organización ecologista publica un baremo en torno a la propuesta realizada por el IPCC en su último informe sobre 1,5ºC. Esta propuesta permite la clasificación de los compromisos climáticos presentados por todas las organizaciones que encuentran inspiración en las palabras de Greta.
Estas son algunas de ellas
• “Hasta que no comiencen a centrarse en lo que debe hacerse en lugar de lo que es políticamente posible, no habrá esperanza. No podemos resolver una crisis sin tratarla como una crisis”
• “Necesitamos mantener los combustibles fósiles en el suelo y necesitamos focalizarnos en la equidad. Si las soluciones dentro del sistema son tan imposibles de encontrar, quizá deberíamos cambiar el propio sistema”
• “No hemos venido aquí a rogar a los líderes mundiales que se preocupen, nos habéis ignorado en el pasado y nos ignoraréis otra vez”
• “Os habéis quedado sin excusas y nos estamos quedando sin tiempo”
Anexo metodológico
La única aspiración razonable -considera Ecologistas- es permanecer por debajo del +1,5 ºC conforme a lo que señala la comunidad científica. Aunque resulta difícil establecer un porcentaje concreto debido a la diversidad de los modelos utilizados, el último informe del IPCC, que evalúa precisamente esa ruta de 1,5ºC, establece cuatro modelos ilustrativos (denominados P1, P2, P3 y P4). Solo dos de ellos (P1 y P2) son compatibles con el. La diferencia entre ambos radica en la inclusión de tecnologías de captura y almacenamiento de carbono. El propio IPCC señala una gran incertidumbre respecto a estas tecnologías. Atendiendo al principio de precaución, el único horizonte asumible, al no contemplar estas tecnologías, es el P1.
P1
Este horizonte establece ya la necesidad de reducir en 2030 un 58% de las emisiones de CO2 respecto a las registradas en 2010. Según Ecologistas en Acción, "dejando a un lado los principios de justicia ambiental que forzarían a los países más ricos a asumir mayores esfuerzos que otras economías, hay que asumir que esa reducción debería ser el mínimo al que debería optar España". Sin embargo -continúa Ecologistas-, los niveles previstos en nuestro país durante 2010 son muy superiores al propio compromiso de Kioto, de forma que, como se ha manifestado en numerosas ocasiones, el exceso de emisiones en el año de referencia no puede suponer un premio para el cálculo de nuevos objetivos. Para España el punto de referencia no serán las emisiones de 2010, sino las del compromiso de Kioto, de un 115 % respecto a 1990. Esto se correspondería con un objetivo de reducción de las emisiones de CO2 de -43 % en 2030.
París
En la Cumbre del Clima de París, celebrada en diciembre de 2015, y en el marco del llamado Acuerdo de París allí suscrito (acuerdo sobre el cambio climático), los Gobiernos acordaron como objetivo limitar el calentamiento global a un máximo de +1,5°C (sobre la temperatura media global preindustrial, la de 1750). Para entender las implicaciones que suponía esto, los Gobiernos solicitaron al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (Intergovernmental Panel on Climate Change, IPCC) que preparase un informe especial sobre el tema. El pasado mes de octubre, el IPCC publico ese informe, que ha sido entregado a los Gobiernos para que puedan tomar decisiones informadas.
Estas son las conclusiones principales del informe, según Greenpeace
● 2°C son mucho más peligrosos de lo que se pensaba cuando se firmó el Acuerdo de París . Estamos más cerca de lo que pensábamos de los puntos críticos de inflexión y de otros riesgos clave. Cuatro de los cinco motivos principales de preocupación se han revisado para indicar riesgos sustancialmente mayores para los seres humanos, las especies y las economías a un nivel menor de calentamiento.
● Limitar el calentamiento a 1,5°C en lugar de a 2°C supondría una gran diferencia tanto para la vida en los océanos como en la tierra. Se evitaría que cientos de millones de personas sufran olas de calor extremas de forma frecuente y se reduciría a la mitad el porcentaje adicional de población que tendría que enfrentarse a la escasez de agua, asimismo serviría para lograr los objetivos sobre desarrollo sostenible y sobre la erradicación de la pobreza.
● Limitar el calentamiento a 1,5°C, o por debajo, es difícil pero todavía estamos a tiempo, para ello debemos actuar ya de forma rápida, audaz, tener suerte y acelerar las actuaciones en todos los frentes.
● Existen soluciones que además de reducir a la mitad las emisiones globales para 2030 apoyan los objetivos de desarrollo, crean resiliencia climática y generan sociedades más sanas y prósperas.
● Los próximos años son críticos, el mundo debe llevar a cabo una transformación que reduzca las emisiones de carbono y aumente los bosques para lograr cero emisiones a mediados de siglo como muy tarde. Esto es imposible con los objetivos climáticos que actualmente tienen los países para 2030. Por tanto hay que mejorarlos.
● Debemos pensar a lo grande en todos los niveles y todo el mundo debe estar de acuerdo. Este reto no tiene precedentes, ni la tecnología ni la economía lo solucionarán por sí solas. Necesitamos una mejor gobernanza así como comprender mejor cómo transformar el sistema, los medios para hacerlo y la motivación para el cambio. Igualmente debemos prepararnos para los impactos y las pérdidas que ya son inevitables, satisfaciendo las necesidades de las personas en riesgo.