"El debate público anunciado por el Gobierno, previo a la decisión de renovar o no el permiso de funcionamiento de la central nuclear de Garoña, ha sido inexistente". Lo dice Ecologistas en Acción, que publicó ayer un comunicado en el que recuerda que el ministro de Energía "prometió un debate público que no ha tenido lugar". En su lugar -continúa Ecologistas-, solo se ha producido "una disputa entre las dos grandes eléctricas propietarias". Efectivamente, se da la circunstancia de que, mientras una de las compañías -Iberdrola- parece abogar por no reabrir la central, la otra sería partidaria de reactivarla. Según los ecologistas, el Gobierno, por su parte, siempre ha sido favorable a la reapertura "de esta peligrosa y obsoleta central".
Ecologistas en Acción explica en su comunicado que los propios informes del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) muestran el "lamentable estado" de diversos sistemas de control y de seguridad, de los venteos de la contención, del aislamiento de radiaciones de la sala de control y del sistema de protección contra incendios. Además -añaden los ecologistas-, la última acta trimestral de la inspección del CSN revelaba "la existencia de piezas caducadas, de otras cuya fecha de caducidad estaba falseada (...) y de una pésima gestión del almacenamiento de los residuos radiactivos de media y baja actividad, que ha conducido incluso a la rotura de los bidones y al esparcimiento de los residuos".
Ausencia de debate público
Según Francisco Castejón, portavoz de Ecologistas en Acción y del Movimiento Ibérico Antinuclear, "la ausencia de debate público real es una muestra de la falta de democracia que existe en torno a las decisiones sobre la energía nuclear. El Gobierno y el sector eléctrico -apunta Castejón- desean prolongar el funcionamiento del parque nuclear sin que se produzca un debate con participación ciudadana sobre el futuro energético". El portavoz del Movimiento Ibérico Antinuclear considera que "la central de Garoña no debería reabrirse, dadas las penosas condiciones de falta de seguridad de la central, que introduce un riesgo para la zona y para toda la cuenca del Ebro".
Además, la organización ecologista denuncia también que el procedimiento administrativo por el que se ha llegado hasta aquí es "verdaderamente irregular". Según Ecologistas, "el CSN emite en febrero de 2017 un informe favorable a la petición de Nuclenor de prolongar el funcionamiento de Garoña, a pesar de que esta era por 17 años, lo que nunca se había realizado, puesto que el CSN solo había otorgado permisos de 10 años hasta la fecha, y además contraviene las indicaciones sobre buenas prácticas del Organismo Internacional de la Energía Atómica; el CSN emite este informe favorable sin que Garoña haya introducido aún las mejoras solicitadas por el CSN (la última en 2015) y sin estar aprobada la última Guía de Seguridad".
Por todo ello, Ecologistas en Acción y el Movimiento Ibérico Antinuclear anuncian que presentarán alegaciones contra la reapertura de esta central.