Los centros atienden -informa la organización no gubernamental Alianza por la Solidaridad- una media diaria de 200 operaciones quirúrgicas y 100 cesáreas. Según esta oenegé, por otro lado, el Ministerio de Sanidad palestino se ha visto obligado a parar los generadores de otros 16 centros públicos de atención primaria por este mismo motivo -falta de combustible- y prevé el cierre de más centros en las próximas semanas. Además de los tres hospitales públicos mencionados, "también corre riesgo de cierre el Hospital Al Awda, gestionado por la Union of Health Work Committees, al que están llegando muchos enfermos que acudían a los otros centros, pero donde no hay capacidad para asumir este aumento de pacientes, ni en personal, ni en medicamentos, ni en otros consumibles hospitalarios".
Alianza por la Solidaridad informa
El déficit en el suministro de combustible –el Ministerio de Salud precisa 450.000 litros al mes para mantener los hospitales abiertos- ha empeorado desde que Catar y Turquía anunciaron que congelarían sus ayudas a Gaza y los subsidios que tenía el fuel, según explican fuentes de Alianza. A ello se suma que la Autoridad Palestina en Ramallah ha decidido no aportar los 287.000 dólares que había comprometido para este fin, al no haber recibido suficiente recaudación tributaria de Gaza, gobernada por Hamás.
Alianza por la Solidaridad trabaja con la Union of Health Work Committees en el norte de Gaza, en el hospital de la localidad de Beit Hanoun, en el que en 2017 se atendieron a 2.477 mujeres (1.029 en ginecología y obstetricia y otras 1.448 para cuidados prenatales) y en el hospital de Jabalia, donde fueron atendidas otras 14.235 mujeres. La clínica de Beit Hanoun necesita 17 litros cada hora de combustible para funcionar a pleno rendimiento, mientras que el hospital de Jabalia necesita 50 litros a la hora. El precio del litro oscila entre 1,5 y 1,8 dólares estadounidenses, es decir, que, cada hora, Beit Hanoun cuesta alrededor de 25 dólares y Jabalia, aproximadamente 75.
Naciones Unidas alerta en el mismo sentido. Según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, en 2018 Palestina necesitará alrededor de 6,5 millones de dólares estadounidenses "para dotarse de 7,7 millones de litros de fuel de emergencia". La Oficina califica esa cantidad del "mínimo para evitar el colapso de los servicios". Para que las instalaciones críticas puedan operar a pleno rendimiento hacen falta -según la Oficina de la ONU, 1,4 millones de litros al mes, o alrededor de diez millones de euros al año. Según Naciones Unidas, ahora mismo se encuentran en riesgo servicios de emergencias y diagnóstico -resonancias, ecografías, radiografías, unidades de cuidados intensivos y salas de cirugía- de 13 hospitales públicos.
Oenegé en el territorio
Alianza por la Solidaridad difundió ayer un comunicado en el que reclama "más apoyo internacional para paliar los efectos de esta situación, así como más presión política para acabar con el bloqueo y la ocupación que sufre la Franja por parte de Israel, vigente desde hace más de 10 años". Según la coordinadora de esta oenegé en Palestina, Eva Anadón, "se está vulnerando el derecho internacional humanitario, según el cual las fuerzas ocupantes de un país tienen la responsabilidad de cubrir los servicios mínimos y, si no lo hacen, se obliga a que lo hagan terceros”. En el comunicado difundido ayer, Alianza exige a Israel el fin inmediato del bloqueo y a los partidos políticos palestinos, especialmente Hamás y Fatah, que pongan el bienestar de su pueblo por encima de sus diferencias".
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Funding is desperately needed for emergency fuel (United Nations Office for the Coordination of Humanitarian Affairs)