En total, se estima que 658,1 millones de personas vulnerables han estado expuestas a temperaturas extremas, una de las "múltiples crisis" y "vulnerabilidades superpuestas" a las que se enfrentan las sociedades, especialmente aquellas más desfavorecidas, según el documento de la Federación Internacional, del que se hace eco Europa Press, y en el que se expone cómo la pandemia ha afectado a los medios de vida en todo el mundo y ha hecho que las comunidades sean más vulnerables a los riesgos del clima.
Al respecto, el presidente de la IFRC, Francesco Rocca, ha destacado que "el mundo se enfrenta a una crisis humanitaria sin precedentes" en la que la salud y el clima "están llevando a las comunidades al límite". En el período previo a la COP26 (Cumbre Internacional del Clima), "instamos a los líderes mundiales a tomar medidas inmediatas no solo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino también para abordar los impactos humanitarios existentes e inminentes del cambio climático", ha apuntado.
La IFRC enfatiza que la pandemia "continúa causando estragos" con "impactos directos en la salud de millones de personas" en todo el mundo, pero también conlleva un impacto indirecto a nivel global debido a, en parte, las medidas de respuesta implementadas para contener la pandemia. Del mismo modo, la inseguridad alimentaria causada por los fenómenos meteorológicos extremos se ha visto agravada también por la pandemia. "Los sistemas de salud están llevados al límite y los más vulnerables han sido los más expuestos a choques superpuestos", afirma.
Muestras en todo el mundo
Para ejemplificar esto, la organización muestra lo que está ocurriendo en diferentes zonas del mundo. En el caso de Afganistán, la sequía ha paralizado la producción agrícola y ha disminuido el ganado, dejando a miles de personas "hambrientas y desnutridas".
En Honduras, los huracanes, que azotaron el país durante el periodo pandémico, también han acarreado desafíos adicionales pues "miles de personas quedaron sin hogar en refugios temporales" que tenían un aforo reducido en base a las medidas contra la propagación del virus. En Kenia se enfrenan a sequías, inundaciones y plagas de langostas, lo que aumenta la inseguridad alimentaria mientras que las restricciones de la Covid-19 ralentizaron la llegada de ayuda humanitaria.
"El gasto masivo en la recuperación de la pandemia demuestra que los gobiernos pueden actuar rápida y drásticamente frente a las amenazas globales. Es hora de convertir las palabras en hechos y dedicar la misma energía a la crisis climática", ha reivindicado Rocca. "Todos los días" la sociedad es "testigo del cambio climático provocado por el hombre". La crisis climática está aquí y debemos actuar ahora", ha zanjado.