El Balance recoge las principales fuentes de producción, transformación y consumo de la energía, desagregada por tipo de combustible y sector económico. Además, la edición de este año -informa el Gobierno navarro- ha sido elaborada siguiendo "una metodología más exhaustiva, que ha permitido conseguir un índice de trazabilidad y una sectorización de los datos superiores a otras ediciones". La cuota de energías renovables en el consumo final bruto de energía es uno de los indicadores clave en la transición energética, y Navarra está "por encima del objetivo europeo para 2020 (20%), pero por debajo de la meta del 28% que establecía para 2018 el IV Plan Energético de Navarra Horizonte 2030". Dicho Plan establece para 2030 un objetivo del 50%, muy por encima del último objetivo europeo para dicho año, fijado en el 32,5%.
Manu Ayerdi, consejero de Desarrollo Económico y Empresarial del Gobierno de Navarra: “existen dos motivos para trasladar una razonable expectativa positiva a la sociedad navarra: por un lado, que en estos momentos el Gobierno en Navarra está tramitando distintos proyectos de nuevos parques eólicos y fotovoltaicos que suman una capacidad nueva de 2.266 megavatios renovables con al menos autorización de acceso concedida por Red Eléctrica de España, cuando la capacidad actualmente instalada en Navarra ronda los 1.500 megavatios renovables, y, por otro lado, la enorme oportunidad que nos va a venir del nuevo marco normativo y tecnológico en torno al autoconsumo y la generación distribuida”
Transporte
En lo que se refiere al transporte, el incremento registrado en 2018 "se debe fundamentalmente -explica el Gobierno navarro- a un cambio legislativo que obliga a una mayor presencia de los biocombustibles". En ese sentido, el consejero Ayerdi ha recordado que “en este ámbito tenemos el reto de seguir avanzando en la transición hacia la movilidad sostenible. La modificación aprobada el pasado 19 de diciembre por el Parlamento de Navarra ampliando a cuatro años para las personas físicas el plazo de aplicación de la deducción por adquisiciones de vehículos eléctricos, instalación de puntos de carga e inversiones en instalaciones renovables va en la buena dirección”.
Eficiencia energética
El indicador que marca la energía final necesaria para producir una unidad económica (la intensidad energética final) ha descendido un 13,79% en la última década, "dato que refleja -explica el Gobierno foral- la tendencia hacia una mayor eficiencia energética de Navarra: en el último año, de 2017 a 2018, este indicador baja un 1,13%, fruto de que el crecimiento de la economía ha sido mayor que el crecimiento de la energía empleada".
En concreto, el consumo de energía final ha aumentado en un 2,08%. El principal consumo procede del petróleo y sus derivados 41,61%, gas natural 27,81%, y electricidad 19,65%. Estos consumos se han centrado principalmente en los sectores del transporte 37,7%, industria 36,14%, y el sector doméstico, de comercio y servicios un 18,38%. El consumo en la administración se ha reducido un 0,03%.
La energía que Navarra produce
En cuanto a la producción de energía se refiere, esta se ha reducido en un 1,18% respecto a 2017, debido sobre todo a la reducción del grado de funcionamiento de los ciclos combinados: -52,68% respecto al año 2017, con el resultado de que la contribución de las cogeneraciones es superior a la de los ciclos combinados. Además, destaca la producción eléctrica con energías renovables, que aumenta del 60,77% en 2017 al 69,22% en 2018. En particular, en 2018 es destacable el significativo incremento de la producción eléctrica de la hidráulica, que ha subido un 89,55% respecto a 2017, fruto del año hidrológico que rige la producción de este tipo de instalaciones.