“El Covid-19 causa pérdidas devastadoras de empleos y horas de trabajo”. Así tituló ayer la noticia la OIT en su página oficial (ilo.org): “pérdidas devastadoras”. Según la segunda edición del Observatorio de la OIT, “recortes a gran escala” están previstos en los Estados Árabes (8,1%, equivalente a 5 millones de trabajadores a tiempo completo), en Europa (7,8%, ó 12 millones de trabajadores a tiempo completo) y en Asia y el Pacífico (7,2%, 125 millones de trabajadores a tiempo completo). El estudio prevé además “enormes pérdidas” en los distintos grupos de ingresos, en particular en los países de ingresos medios altos (7% ó 100 millones de trabajadores a tiempo completo), todo lo cual “supera con creces los efectos de la crisis financiera de 2008-2009”, cuando se perdieron 22 millones de empleos.
Según la Organización Internacional del Trabajo, que es una agencia de Naciones Unidas, “los sectores más expuestos al riesgo incluyen los servicios de hospedaje y restauración, la manufactura, el comercio minorista y las actividades empresariales y administrativas. La Organización matiza no obstante: el aumento del desempleo mundial durante 2020 dependerá “de manera considerable” de la evolución futura y de las medidas políticas que sean adoptadas: “existe un riesgo elevado de que para final de año la cifra será significativamente más alta que la previsión inicial de la OIT, de 25 millones de desempleados”. Según El Covid-19 y el mundo del trabajo, el 81% de las 3.300 millones de personas que conforman la fuerza de trabajo mundial está siendo afectado por cierres totales o parciales de su lugar de trabajo.
Guy Ryder, Director General de la OIT: “los trabajadores y las empresas se enfrentan a una catástrofe, tanto en las economías desarrolladas como en las que están en desarrollo. Tenemos que actuar con rapidez, decisión y coordinación. Las medidas correctas y urgentes podrían hacer la diferencia entre la supervivencia y el colapso"
La segunda edición del Observatorio de la OIT (El Covid-19 y el mundo del trabajo), que describe la crisis desencadenada por esta enfermedad como “la peor crisis mundial desde la Segunda Guerra Mundial”, actualiza la primera nota de investigación de la OIT, que fue publicada el pasado 18 de marzo y de la que Energías Renovables también se hizo eco. La edición ayer publicada por la OIT incluye información sectorial y regional sobre los efectos de la pandemia. Según el nuevo estudio, 1.250 millones de personas trabajan en los sectores considerados de alto riesgo de sufrir “drásticos y devastadores” aumentos en los despidos y disminución de los salarios y horas de trabajo. “Muchas de estas personas -alerta la OIT- están empleadas en trabajos mal remunerados, de baja calificación, donde una pérdida imprevista de ingreso tiene consecuencias devastadoras.
Más datos
Según la OIT, dos mil millones de personas trabajan en el “sector informal” (la mayoría, en las economías emergentes y en desarrollo) “y corren un riesgo especial”. En ese sentido, el informe alerta específicamente sobre la situación en África: “algunas regiones, África en particular, tienen niveles de informalidad más altos, lo cual, unido a la falta de protección social, gran densidad de población y débil capacidad, plantea a los gobiernos serios desafíos sanitarios y económicos”. Habida cuenta de todo ello, la OIT propone “adoptar medidas políticas integradas y a gran escala”, centradas en cuatro pilares: (1) apoyar a las empresas, al empleo y los ingresos; (2) estimular la economía y los empleos; (3) proteger a los trabajadores en el lugar de trabajo; y (4) utilizar el diálogo social entre gobiernos, trabajadores y empleadores a fin de encontrar soluciones.
Guy Ryder, Director General de la OIT: “esta es la mayor prueba para la cooperación internacional en más de 75 años. Si un país fracasa, entonces todos fracasamos. Debemos buscar soluciones que ayuden a todos los segmentos de nuestra sociedad global, en particular los más vulnerables y los que tienen menores posibilidades de valerse por sí mismos. Las decisiones que tomemos hoy afectarán directamente la manera en que esta crisis evolucionará así como la vida de miles de millones de personas. Con las medidas correctas podemos limitar su impacto y las heridas que dejará. Nuestro objetivo debe ser reconstruir mejor para que nuestros nuevos sistemas sean más seguros, más justos y más sostenibles de los que permitieron que esta crisis ocurriera”.
Ayer, 7 de abril, todas las bolsas europeas y asiáticas subieron (un 2% de media). O sea, que subió Euro Stoxx, subió la británica FTSE 100, la italiana FTSE MIB, el Ibex 35, Dax (Alemania), Cac 40 (Francia), Swiss MKT (Suiza), Nikkei (Japón) y Hang Seng (China).