La vigésima quinta Conferencia de las Partes (Conference of Parties, COP) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático "no dio lugar a un acuerdo sobre las directrices para un muy necesario mercado del carbono, una parte esencial del conjunto de herramientas para aumentar la ambición que puede aprovechar el potencial del sector privado y generar financiación para la adaptación". Así comienza la evaluación que de la COP25 acaba de hacer la secretaria ejecutiva de ONU Cambio Climático, Patricia Espinosa. "Los países desarrollados -continúa- aún no han respondido plenamente a los llamamientos de los países en desarrollo para que se aumente el apoyo en materia de financiación, tecnología y fomento de las capacidades, sin lo cual no pueden pasar sus economías al verde y crear una capacidad de recuperación adecuada frente al cambio climático". Espinosa insiste en esa denuncia: "los países altamente emisores no enviaron una señal lo suficientemente clara de que están dispuestos a mejorar sus estrategias climáticas, ni de que están dispuestos a aumentar su ambición mediante las contribuciones determinadas a nivel nacional que presentarán el año próximo".
La secretaria ejecutiva sin embargo también destaca algunos aspectos positivos
(1) "en los textos de la decisión final, los gobiernos sí expresaron la necesidad de que tanto las Partes como los actores no estatales fueran más ambiciosos, y acordaron mejorar la capacidad de los más vulnerables para adaptarse al cambio climático";
(2) muchas de las decisiones que surgieron de la conferencia de Madrid reconocen, al menos, que el papel del financiamiento climático es "esencial para la acción concreta";
(3) un gran grupo de países, regiones, ciudades, empresas e inversionistas señalaron su intención de lograr cero emisiones netas de CO2 para 2050, como parte de la Alianza de Ambición Climática liderada por Chile; y
(4) también, en el marco de la Alianza de Ambición Climática, 114 países han señalado entretanto su intención de presentar un plan de acción climático mejorado el año próximo. "La advertencia aquí -matiza Espinosa- es que no hay suficientes economías importantes que hayan indicado que están listas para cambiar el rumbo de la ambición climática a través de planes más completos".
La secretaria ejecutiva de ONU Cambio Climático destaca también el "acuerdo abrumador" que han mostrado en Madrid "muchos sectores de la sociedad" sobre "el único camino posible: que necesitamos seguir lo que la ciencia nos está diciendo, con el sentido de urgencia y seriedad que esto requiere".
Espinosa concluye su evaluación con una apelación al multilateralismo (en realidad, una apelación, sobre todo, a los grandes emisores, las naciones más poderosas del mundo, que han mantenido un perfil muy bajo en la COP25): "lo que necesitamos ahora es centrar toda nuestra atención en los próximos pasos para fortalecer aún más la confianza en el proceso multilateral. Nos dirigimos hacia la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Glasgow (COP26), debemos estar unidos y trabajar con un verdadero espíritu de multilateralismo inclusivo para hacer realidad las promesas del Acuerdo de París y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático".