Los ministros de Energía de la Unión Europea (UE) se reúnen este lunes para acordar un tope al precio de las compras de gas tras el ultimátum que les dieron el pasado jueves los líderes europeos a fin de contar en 2023 con un mecanismo de intervención que evite picos de precios excesivos en el mercado europeo. El Gobierno de España aboga por buscar un equilibrio entre aquellos países (Alemania y Países Bajos) que prefieren no limitar demasiado ese precio (el pretexto que esgrimen es que si ese límite está muy bajo podría peligrar la estabilidad de los mercados) y los países que, como España, Bélgica o Grecia, consideran que si la UE no limita en la medida precisa ese precio estaría dando una señal equivocada a sus proveedores, que se podrían lanzar a una carrera de especulación y alza de precios.
España confía en que los ministros logren un pacto incluso si ello supone recurrir a una votación por mayoría cualificada que deje fuera a Alemania, que es el país que ha mostrado hasta ahora más reticencias respecto a la aprobación del mecanismo (Alemania cree que ese mecanismo pone en riesgo la garantía de suministros). Aunque la intención de los Veintisiete era alcanzar una vía común para mantener la unidad de cara a frenar la escalada en los precios de la energía, el mandato de los líderes a sus ministros para cerrar las negociaciones ha introducido una variable de urgencia en el proceso.
Por ello, la intención de cara al encuentro de este lunes es finalizar el acuerdo sobre el mecanismo, aunque eso pueda significar que el límite a los precios de las compras de gas se apruebe en una votación por mayoría cualificada, una posibilidad que no descartan ni España ni Grecia, según han informado fuentes diplomáticas.
Sin embargo, Bélgica espera que "no llegue a ser necesario" recurrir a una votación, confiando en que los alemanes "den por fin muestras de buena voluntad y cooperación" ya que, por el momento, la idea es contar con todos a bordo para una decisión por consenso, la "preferida" del Consejo.
Una votación por mayoría cualificada podría haber tenido lugar la semana pasada, pero la presidencia checa fue lo suficientemente "amable y sabia" como para no utilizarla, según han asegurado las mismas fuentes, que también han confirmado que Países Bajos quiere un acuerdo, lo que deja a Alemania como principal representante del núcleo más reticente y del que hasta ahora los holandeses también formaban parte.
No obstante, fuentes diplomáticas aseguran que es "inevitable" el debate sobre qué es un precio "excesivo", ya que el principal obstáculo sobre el que los ministros tratarán de acercar posturas es el máximo al que se activará el mecanismo de corrección del mercado, una cifra que según la última propuesta a la que ha tenido acceso Europa Press se sitúa en los 200 euros el megavatio hora (MWh), una propuesta que España tachó de "inasumible".
La reunión de este lunes debería servir también para adoptar el reglamento de compras conjuntas y el de aceleración de instalaciones de energía renovable, sobre los que ya existe un acuerdo suficiente pero que varios países, entre ellos España, se resisten a adoptar sin el acuerdo del resto al límite al precio del gas.