Los hitos que han marcado el año 2022 han sido la inestabilidad por la dependencia energética europea y la deriva de los precios del mercado eléctrico, que a principios de año estaban desbocados, y que ha puesto sobre la palestra nuestro músculo financiero, nuestras ganas de resistir el embate, de construir un proyecto común, nuestra capacidad de organización y nuestro afán por conseguir recursos a través de las aportaciones de las personas socias.
Las exigencias del mercado eléctrico imponen la condición de adelantar garantías económicas antes de realizar la compra de energía, así como pagar la energía comprada la semana anterior en la semana siguiente, lo cual supone un adelanto de dinero, ya que normalmente la facturación a las personas socias se realiza una vez al mes. Las condiciones cambiantes al alza de los precios del mercado eléctrico obligan a las cooperativas a trabajar y barajar escenarios de tensión financiera, bien por la compra directa o por la gestión de compras adelantadas, con el fin de conseguir una estabilidad de precio, aunque sea en plazos más reducidos que los de años anteriores.
Nuestras cooperativas han tomado medidas para adaptar sus carteras a la tipología de personas socias y dotarnos de flexibilidad. El que el Gobierno le haya bajado el IVA a las personas consumidoras y no haya tomado ninguna acción hacia las distribuidoras y los peajes hace que nuevamente adelantemos dinero, esta vez a Hacienda. La bajada del IVA mejora la posición de las consumidoras (baja su factura), pero introduce un problema a las cooperativas.
A su vez, nuestras personas socias han respondido de forma adecuada, atendiendo las llamadas desde los órganos rectores de las cooperativas y reforzando el capital social. Ello nos ha permitido fortalecer nuestras posiciones para poder acudir a otras vías, como las entidades de crédito, con el fin de conseguir el caudal necesario para poder operar en el mercado de forma cómoda.
Por otro lado, las instituciones públicas pertinentes, conscientes de la situación que atravesaban muchas comercializadoras de tamaño medio y pequeño, habilitaron en su día líneas de financiación más blandas.
El tope del gas implementado en la península ha permitido mantener unos precios mucho más bajos que en el resto de Europa para todas las personas consumidoras, poniendo de manifiesto las desigualdades en el mercado entre comercializadoras provocadas por la falta de contratos bilaterales intragrupo, como consecuencia de una falta de generación propia contundente, que estamos construyendo en la medida y al ritmo de nuestras posibilidades.
Comunidades energéticas y autoconsumo
En otro orden de cosas, queremos destacar el goteo incesante y la consolidación de proyectos de comunidades energéticas, que van surgiendo a nuestro alrededor, y que persiguen una transformación social en materia de energía, a partir del trabajo conjunto en modelos que se adapten a las necesidades específicas de cada uno de ellos.
Las comunidades energéticas aseguran la existencia de nuestros genes, extraídos del cooperativismo energético y de la Economía Social y Solidaria.
Nos ha parecido una buena noticia que el autoconsumo, que es una más (una entre otras) de las herramientas más accesibles e inmediatas utilizadas dentro del planteamiento de desarrollo de proyectos dentro de una comunidad haya visto incrementado su radio de aplicación.
En este aterrizaje, las comunidades viven tiempos de incertidumbre, ya que siguen sin estar acompañadas de un discurso político y público valiente, que sea socialmente aceptado y ayudado a instalarse en la sociedad, que contemple, dentro de los escenarios posibles hacia los que nos encaminamos, el del decrecimiento energético y, como consecuencia, económico, aderezado con la crisis climática, cada vez más cercana, que permita poner el foco de forma adecuada y trabajar por una transición energética social y justa.
Ser conscientes de ese posible escenario te permite trabajar y orientar tus esfuerzos en esa dirección, ser creativas y construir alternativas, primero sencillas y poco a poco cada vez más complejas. No te detiene ni te inmoviliza ante sucesos que te superan, porque esos escenarios ya los tienes trabajados y, aunque no seas capaz de valorar o prever la magnitud, estás construyendo un camino por el que seguir.
Por último, y así mismo en relación a este tema… la continua espera de transposición, fuera de plazo ya, relativa a las comunidades energéticas por parte del gobierno nos hace convivir con incertidumbres sobre donde se instalarán los límites de los marcos en los que se puede trabajar y que permiten aparecer y desarrollarse en este momento proyectos con un tono muy distinto al que nosotras manejamos.
El hecho de que nos encontremos a medio camino de la aplicación de los Fondos Next Generation permite visibilizar multitud de vías de acceso a estos fondos para inversiones en renovables, creación de comunidades y facilitar la transición energética en un plazo muy corto.
Ponemos nuestros esfuerzos en conseguir agilidad en la parte de la tramitación, que no se encuentra en nuestras manos, y en la ejecución.
Buscamos y trabajamos para que la parte de estos fondos que se dedica a la transición ecológica sirva para que realmente se realice un cambio de modelo energético y una transición energética justa efectiva, y no se convierta ese reparto en un reparto de fondos entre los de siempre para hacer lo de siempre, esta vez vestidos de verde.