La AIE también pronostica un fuerte crecimiento en el uso del gas en otras partes de Asia, incluido el sur y el sudeste de esta región, especialmente en India, Bangladesh y Pakistán, impulsado por un fuerte crecimiento económico y acciones destinadas a mejorar la contaminación local.
En Europa, por el contrario, su participación en la demanda eléctrica decrecerá, y otro tanto ocurrirá en Rusia y Japón. La AIE prevé, asimismo, un posible un descenso de la producción en la UE, lo que haría aumentar las importaciones.
Estados Unidos liderará el crecimiento mundial de la producción hasta 2023, con un gran peso - 75% aproximadamente-, sobre las exportaciones mundiales totales de gas natural licuado, seguido por Australia y Rusia.
El GNL tendrá cada vez mayor participación en el comercio mundial de gas, especialmente en Asia, previéndose que represente el 40% del comercio total en 2023, frente al 33% alcanzado en 2017, según el informe de la AIE.
La industria incidirá notablemente en el aumento de la demanda global de gas hasta 2023, asumiendo el liderazgo de la generación de energía. El cambio es especialmente significativo en Asia y otros mercados emergentes, por el mayor uso de gas en procesos industriales y como materia prima para petroquímica y fertilizantes. Globalmente, la industria representará más del 40% del crecimiento de la demanda mundial de gas hasta 2023, seguida por la generación de electricidad, que alcanzará un 26%.
En resumen, la Agencia Internacional de la Energía prevé que la demanda mundial de gas continue creciendo, a una tasa promedio del 1,6% en los próximos cinco años (entre 2016 y 2017 el crecimiento fue del 3%). Sin embargo, Jean-Baptiste Dubreil, Senior Natural Gas Analyst de este organismo, que presentó este semana el informe en el Club Español de la Energía, señala que la falta de nuevos proyectos de GNL a partir de 2020 podría revertir esta situación.