La Oficina Catalana del Cambio Climático (OCCC) ha promovido la creación de una segunda bolsa con 7.416 créditos generados a través de 11 proyectos certificados por la OCCC. Estos proyectos están destinados, por ejemplo, a evitar el desperdicio alimentario; a sustituir calderas de gasoil o propano por otras de biomasa o por placas solares; a mejorar el comportamiento energético de los edificios; a sustituir vehículos de gasóleo por otros eléctricos; o en instalar islas de calor con renovables o placas fotovoltaicas de generación de electricidad para el autoconsumo. La Diputación de Girona que ha comprado 550 créditos, y Vector5 Excelencia y sostenibilidad que ha adquirido tres, han sido las organizaciones que han inaugurado la nueva bolsa.
El objetivo de las bolsas de créditos de CO2 es garantizar que la reducción de emisiones de estos programas se ha realizado siguiendo una metodología estricta, con estándares internacionales, asegurando la adicionalidad y evitando una doble contabilidad. Además, comprando créditos en este programa, se asegura que el proyecto ha tenido un impacto social beneficioso para el conjunto de la sociedad catalana. La primera bolsa de créditos de gases de efecto invernadero (GEI) generados en el marco del Programa voluntario de compensación de emisiones de GEI de la Oficina Catalana del Cambio Climático (OCCC), se abrió en julio del año 2019 y ya está agotada. En esa ocasión fueron 4.256 créditos de CO2 y las entidades solicitantes cobraron en conjunto 42.560 euros, gracias a la venta de los 4.256 créditos, a 10 euros el crédito.
Programa voluntario de compensación de GEI
El Programa voluntario de compensación de GEI va dirigido a entidades sociales que quieren impulsar proyectos favorables a la reducción de GEI, ya organizaciones que quieren compensar una parte de sus emisiones comprando las ahorradas por los promotores de los proyectos. Estos créditos no son válidos para dar cumplimiento a la Directiva de Comercio de derechos de emisión, que tiene una regulación específica y comercia con unas toneladas de carbono determinadas con precios concretos, derivados de las políticas europeas que se han implementado.
La aportación económica de quien compra contribuye a que el proyecto se lleve a cabo, a la vez que supone un beneficio directo para la comunidad local, puesto que se promueve la inversión y la dotación de recursos en el territorio. OCCC ofrece diversas metodologías avaladas internacionalmente a las que se pueden acoger los proyectos, pero deja la puerta abierta a incorporar nuevas categorías a propuesta de los promotores que así lo planteen.
