El reciclaje podría permitir a Europa reducir su dependencia de las importaciones de minerales para baterías hasta en una cuarta parte para finales de la década, según un nuevo estudio de Transport & Environment (T&E). Los materiales procedentes de las baterías al final de su vida útil y de los residuos de las megafábricas tienen el potencial para la fabricación local de hasta 2,4 millones de vehículos eléctricos en 2030. Sin embargo, la UE y el Reino Unido no podrán aprovechar este potencial a menos que garanticen proyectos de reciclaje que ahora corren el riesgo de ser cancelados. Según el informe, el reciclaje de baterías usadas y residuos de producción podría proporcionar el 14% del litio, el 16% del níquel, el 17% del manganeso y una cuarta parte (25%) del cobalto que Europa necesitará para la fabricación de los coches eléctricos en 2030. Estas cantidades podrían aumentar drásticamente, ya que la región tiene el potencial de ser casi autosuficiente en cobalto para coches eléctricos en 2040. La recuperación de los materiales de las baterías también sustituirá a la necesidad de minerales primarios.
Laura Vélez de Mendizábal, experta en electromovilidad en T&E España, ha afirmado que "si Europa cumple sus planes de reciclado, podrá reducir drásticamente su dependencia de la importación de metales esenciales. Los volúmenes previstos de materiales recuperados localmente pueden permitir a Europa fabricar de manera local millones de vehículos eléctricos limpios". La investigación concluye que el reciclado de minerales de vehículo eléctrico en Europa podría evitar la necesidad de construir 12 nuevas minas en todo el mundo de aquí a 2040: cuatro de litio, tres de níquel, cuatro de cobalto y una de manganeso. También se reducirían los posibles efectos negativos de esas minas sobre el agua, el suelo y la biodiversidad. Además de reducir tanto la extracción como la importación de materias primas, el reciclado en Europa podría reducir la huella de carbono del abastecimiento de litio en casi una quinta parte (19%) en comparación con su extracción en Australia y refinado en China. Esto se debe a la red eléctrica europea, más limpia. Pero para aprovechar los beneficios económicos y de sostenibilidad, Europa necesita ampliar su industria de reciclaje.
Según el informe, casi la mitad de la capacidad de reciclado anunciada para la región está en suspenso o no se sabe con certeza si seguirá adelante. T&E hace un llamamiento a la UE y al Reino Unido para que prioricen urgentemente el apoyo al reciclaje en sus políticas y programas de financiación. La próxima propuesta de la UE de una Ley de Economía Circular debe apoyar la ampliación de las fábricas locales de reciclaje, al tiempo que debe restringir las exportaciones de residuos de pilas y simplificar el envío de materiales de pilas al final de su vida útil dentro de Europa. Laura Vélez de Mendizábal, ha añadido que "ni la UE ni el Reino Unido están preparados para aprovechar la oportunidad del reciclado. Casi la mitad de la capacidad de reciclado prevista está en peligro debido a los altos costes energéticos, la escasez de conocimientos técnicos o la falta de apoyo financiero. Es hora de empezar a tratar el reciclado de baterías como una tecnología limpia más y darle prioridad en nuestras políticas y en la concesión de subvenciones. Asimismo, la incorporación de fuentes de energía renovable disponibles en España es clave para disminuir las emisiones y avanzar hacia un modelo de producción más sostenible, limpio y económico".