Según un comunicado, estas medidas servirán para reducir emisiones de gases de efecto invernadero "por una cantidad equivalente a quitar de la carretera 115 mil vehículos de combustible fósil".
Estos estándares, que tendrán vigencia a partir de eficiencia energética de edificios de 2019 del 1 de enero de 2020, están centrados en cuatro áreas:
-sistemas fotovoltaicos inteligentes residenciales,
-estándares actualizados de envolvente térmica (evitando la transferencia de calor desde el interior al exterior y viceversa),
-requisitos de ventilación residencial y no residencial,
-requisitos de iluminación no residencial.
Se sostiene que bajo los nuevos estándares, los edificios no residenciales usarán aproximadamente un 30% menos de energía debido principalmente a actualizaciones de iluminación. En tanto, para los propietarios de viviendas residenciales, basados en una hipoteca de 30 años, la Comisión de Energía estima que las normas agregarán alrededor de 40 dólares a un pago mensual medio, pero ahorrarán a los consumidores el doble de ese importe en las facturas mensuales de calefacción, refrigeración e iluminación.
"Bajo estos nuevos estándares, los edificios funcionarán mejor que nunca, al mismo tiempo que contribuirán a una red confiable", aseguró el Comisionado de Energía Andrew McAllister, quien agregó: "Los edificios en los que los californianos compran y viven funcionarán muy eficientemente mientras generan su propia energía limpia. Les costará menos operar, tendrán aire interior saludable y proporcionan una plataforma para tecnologías 'inteligentes' que impulsarán al estado aún más por el camino hacia un futuro de bajas emisiones".