La crisis del coronavirus comienza en Wuhan, una enorme ciudad de la provincia-estado de Hubei, a mediados de diciembre de 2019. El día 31 de ese mes, el Gobierno de China informa a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre un brote de neumonía de origen desconocido. La OMS declara el 30 de enero la emergencia sanitaria internacional. Al día siguiente, el Gobierno de España confirma el primer caso de coronavirus en nuestro país (un turista alemán en la isla canaria de La Gomera). El 25 de febrero la Generalitat de Cataluña anuncia el primer caso de Covid-19 en la península ibérica (una ciudadana italiana residente en Barcelona que acababa de regresar de Milán). El 13 de marzo, hace hoy exactamente dos semanas, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anuncia que va a decretar el estado de alarma. El BOE publica el real decreto correspondiente el día 14. Mañana cumplimos dos semanas de aislamiento, dos semanas que ya se han prorrogado a otras dos, las que nos quedan por delante.
Pues bien, ahora ya sí que se puede hacer un primer balance del impacto que ha tenido el confinamiento en la demanda de electricidad. Y en Energías Renovables lo hemos hecho, bebiendo de las fuentes debidas, Red Eléctrica de España (REE), que es el operador del sistema eléctrico nacional. Según REE, la demanda de electricidad ha caído en España en estas dos semanas ocho puntos (un 8,01 por ciento, concretamente). No estamos hablando de una caída tibia (estamos hablando de ocho puntos), pero tampoco podemos hablar pues de batacazo, ni mucho menos. Sobre todo si lo comparamos con otras caídas que se han registrado en el mundo de la energía estos días. Un ejemplo: según la Dirección General de Tráfico, los desplazamientos en accesos a ciudades han caído esta semana, según el día, entre un 64 y un 88% con respecto a un día equivalente. Los desplazamientos de Largo Recorrido registrados a lo largo de los últimos siete días están alrededor de un 60% por debajo de lo que suele suceder en un día normal, y los movimientos interfronterizos han caído entre un 75 y un 91% con respecto a días equivalentes. En fin, caídas mucho más “sonoras”, muchísimo, que el 8% menos de electricidad.
Otro dato llamativo registrado en este marzo atípico es la producción eólica. Entre el día 1 y el día 25 de marzo (el dato es en este caso de AleaSoft), la eólica -los parques eólicos españoles- han producido casi un 23% más que durante el mismo periodo de 2019. 23 puntos más. La culpa de ello la tiene un sector que ha instalado en España en 2019 más de 2.000 megavatios de nueva potencia (el equivalente a dos centrales nucleares). Así, los aerogeneradores que ya teníamos y los añadidos en 2019 han hecho posible el milagro: en marzo -marzo airoso dice el refranero-, el viento ha producido aquí un 23% más electricidad que el año pasado.
La demanda de electricidad entre el 14 de marzo y el 26 de marzo de 2019 se situó en los 9.168 gigavatios hora. Esa demanda se ha quedado en los 8.432 gigas hora en ese período (14-26) del año en curso (2020): un 8,01% menos, pues. Bajo estas líneas, evolución de la demanda en 2019. Más abajo aún, evolución de la demanda en 2020 (datos de REE). La diferente distribución de picos y valles depende de dónde caen los días festivos (sábados y domingos).