"Nuestros esfuerzos colectivos para reducir la demanda de gas han sido esenciales para pasar el invierno con total seguridad", ha afirmado la comisaria de Energía, Kadri Simson, quien ya adelantó esta propuesta en una reciente comparecencia ante un grupo de eurodiputados, cuando animó a los gobiernos y empresas en la Unión Europea a dejar de comprar gas natural ruso y rechazó firmar nuevos contratos con Rusia cuando expiren los actuales.
Bruselas insiste así en la importancia de que, en el contexto "difícil" del mercado global, el bloque se prepare de cara al próximo invierno y mantenga la senda de reducción de la demanda para facilitar el llenado de las reservas de gas y estabilizar el suministro.
Los servicios comunitarios señalan que una reducción de la demanda y un consumo mejor gestionado ayudan a contener la volatilidad de los precios de la energía, al tiempo que valoran los avances en la diversificación de las fuentes de energía de la UE y la reducción de la dependencia de Rusia.
En un comunicado, la comisaria Simson ha advertido de que la "tensión" en los mercados internacionales se mantendrá "durante los próximos meses" pese a estas mejoras por lo que los 27 deben continuar con el compromiso de reducción de la demanda y lograr que para el 1 de noviembre los almacenes de gas europeos estén al 90%.
Según datos de Bruselas, gracias a las contribuciones voluntarias, la demanda de gas en el conjunto de la UE cayó más de un 19% entre agosto y diciembre de 2023, mejorando así el objetivo del 15% y permitiendo un ahorro de 42.000 millones de m3 de gas. Estas cifras, además, aliviaron la presión sobre algunos países socio tras los cortes de suministro desde Rusia.
Los ministros de Energía de la UE podrán examinar formalmente esta propuesta en su próxima reunión en Bruselas, prevista para el 28 de marzo.