La Comisión Europea ha propuesto este martes un plan de acción que tiene como objetivo abordar los principales desafíos a la hora de ampliar, digitalizar y utilizar mejor las redes de transmisión y distribución de electricidad de la Unión Europea. Este plan, presentado este martes, identifica acciones concretas y personalizadas para abordar los eslabones faltantes de la transición a la energía limpia y ayudar a desbloquear la inversión necesaria para poner al día las redes eléctricas europeas y garantizar que las redes eléctricas se implementen más rápidamente.
La UE estima que el consumo de electricidad en la Unión Europea aumentará alrededor de un 60% de aquí a 2030, por lo que las redes tendrán que adaptarse a un sistema más digitalizado, descentralizado y flexible con millones de paneles solares en los tejados, bombas de calor o comunidades energéticas. "Teniendo en cuenta que el 40% de nuestras redes de distribución tienen más de 40 años -explican desde la Comisión- y que la capacidad de transmisión transfronteriza se duplicará de aquí a 2030, se requiere una inversión por valor de 584.000 millones de euros".
Las acciones se centran en la implementación y la entrega rápida para marcar la diferencia a tiempo para alcanzar los objetivos para 2030:
• Acelerar la implementación de Proyectos de Interés Común y desarrollar nuevos proyectos a través de dirección política, monitoreo reforzado y más propuestas.
• Mejorar la planificación a largo plazo de las redes para dar cabida a una mayor demanda de energías renovables y electrificadas, incluido el hidrógeno, en el sistema energético, dirigiendo el trabajo de los operadores del sistema, así como de los reguladores nacionales.
• Introducir incentivos regulatorios a través de orientación sobre inversiones anticipadas y con visión de futuro y sobre costos compartidos transfronterizos para proyectos extraterritoriales.
• Incentivar un mejor uso de las redes con mayor transparencia y mejores tarifas de red para redes más inteligentes, eficiencia y tecnologías y soluciones innovadoras apoyando la cooperación entre operadores de sistemas y las recomendaciones de la Agencia para la Cooperación de los Reguladores de Energía (ACER).
• Mejorar el acceso a la financiación para proyectos de redes aumentando la visibilidad de las oportunidades para los programas de financiación de la UE, especialmente para redes inteligentes y modernización de redes de distribución.
• Estimular la obtención de permisos más rápidos para el despliegue de redes proporcionando apoyo técnico a las autoridades y orientación para involucrar mejor a las partes interesadas y las comunidades.
• Mejorar y asegurar las cadenas de suministro de la red , incluso armonizando los requisitos de fabricación de la industria para la generación y la conexión de la demanda.
Contexto
La UE, que cuenta con una de las redes más extensas y resilientes del mundo, ha establecido un marco jurídico para apoyar el despliegue de redes a través del Reglamento RTE-E revisado, de la Directiva revisada sobre fuentes de energía renovables y de propuestas para una Ley sobre la industria de cero emisiones netas y una reforma de la configuración del mercado de la electricidad.
Para cumplir el objetivo establecido en el plan REPowerEU de poner fin a las importaciones de combustibles fósiles rusos y el objetivo recientemente acordado de alcanzar una cuota de energías renovables del 42,5% (aspirando al 45%) de aquí a 2030, la UE necesita mejorar las redes y reforzar la infraestructura energética.
Pues bien, el Plan de Acción de Redes de la UE se anunció en el Plan de Acción Europeo sobre la Energía Eólica presentado por la Comisión el mes pasado. Tiene como telón de fondo el primer Foro de Redes Eléctricas de Alto Nivel, organizado en septiembre por la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (REGRT de Electricidad) bajo el patrocinio de la Comisión Europea.
El Plan de Acción de ayer se presenta junto con la selección de proyectos de infraestructuras energéticas transfronterizas clave para la primera lista de la Unión de proyectos de interés común y mutuo que contribuirán a adaptar la infraestructura energética de la UE a sus objetivos climáticos. También va acompañado de un Pacto de Compromiso para garantizar la participación general de las partes interesadas en el desarrollo de las redes.