El Diálogo Facilitado –proceso que se estableció en la Acuerdo de París para concretar cómo poner en marcha dicho acuerdo– que se producirá en 2018 (FD 2018, por sus siglas en inglés) "es el momento para evaluar y corregir la falta de compromiso colectivo. También es un momento clave para que los países cumplan con su responsabilidad", señala Ecologistas en Acción.
Este proceso, añade, "debe estimular un aumento en la acción climática y dar como resultado propuestas concretas que hay que poner en marcha en 2020. Si no lo hace, comprometerá seriamente la lucha climática y pondrá en peligro los límites planetarios, con consecuencias devastadoras en todo el mundo".
La ONG explica que se trata de no sobrepasar las 450ppm de concentración de CO2 en 2020, para lo cual hay que destinar más de 375.000 millones de dólares anuales en los países del Sur global, que deberán llegar a 1,3 billones de dólares en 2035.
Esta financiación es clave para adaptar los ecosistemas, naturales y humanos. “Una adaptación que supondrá un coste de entre 140.000 y 300.000 millones de dólares anuales en 2030, y que se multiplicará por cinco en 2050”, dice Ecologistas en Acción. "Este dato pone de relieve que el Fondo Verde para el Clima, presupuestado con 100.000 millones de dólares, está muy lejos de las necesidades reales”.
En este sentido, la ONG exige una vez más que no se siga dilatando una mayor ambición en los compromisos de reducción de emisiones de CO2 y en la financiación de la adaptación a las consecuencias del cambio climático, así como de las pérdidas y los daños causados por el mismo.
Para esta organización, la justicia climática y los derechos humanos deben ser el centro del análisis político, en referencia al aumento de personas migrantes que son refugiadas climáticas, al continuo expolio de los recursos naturales y a la falta de capacidades técnicas y económicas del Sur global para hacer frente a los efectos de la desertización, el aumento de temperaturas y la falta de recursos hídricos.