La ciudad de Badajoz será la sede de un Centro Hispano-Luso de investigación en materia de energías renovables que estará participado por entidades públicas y privadas tanto de España como de Portugal, gracias al acuerdo al que han llegado los dos gobiernos ibéricos, según nota de prensa difundida hoy por la agencia Europa Press.
En la rueda de prensa que ofreció junto al primer ministro de la República portuguesa, José Sócrates, el presidente del Gobierno español avanzó, según Europa Press, que, durante 2008, se comenzarán a perfilar los detalles de este centro de investigación internacional, para que en la próxima Cumbre Hispano-Lusa se concreten las características y plazos de construcción.
Por su parte, el presidente de la Junta de Extremadura ha mostrado su satisfacción por que la región extremeña haya sido elegida por ambos gobiernos para acoger este proyecto de cooperación en materia de investigación. Se da la circunstancia de que, precisamente en estos días, se libra en Extremadura una auténtica “guerra nuclear” (véase Panorama).
La batalla de los catedráticos
Así, mientras el diario Hoy titulaba el pasado miércoles "El cierre de Almaraz obligaría a importar la mitad de la energía que la región necesita" (titular que sostenía con las declaraciones del catedrático de la Universidad de Extremadura Juan Vega), el viernes eran los Ecologistas en Acción y la Plataforma Antinuclear Cerrar Almaraz los que contestaban con argumentos prestados por otro catedrático: Francisco Cuadros Blázquez, profesor del Área de Física Aplicada, en la misma Universidad de Extremadura.
Según el comunicado de los ecologistas, que cita datos aportados por el catedrático Cuadros Blázquez, dadas las tasas de radiación solar que se registran en Extremadura, bastaría cubrir con placas solares una ínfima parte de la superficie de la región (menos del 5%) para generar electricidad suficiente como para abastecer a toda España.
Los ecologistas apuestan, por eso, por el cierre de Almaraz y el fomento de las energías solar (en la foto, mapa de radiación solar de Extremadura) y eólica, que, según sus datos, son más que suficientes para abastecer de electricidad a Extremadura a la vez que evitan emisiones de gases de efecto invernadero.