La Universidad Politécnica de Valencia (UPV) cuenta desde 2017 con el equipo Azalea, un equipo formado por cuarenta estudiantes procedentes de diferentes grados y másteres como ingeniería eléctrica, ingeniería energética, ingeniería industrial, arquitectura, bellas artes o comunicación audiovisual, pero con un claro compromiso común con el medio ambiente. Azalea UPV nació para competir en el Solar Decathlon 2019, una competición universitaria internacional que busca promover la investigación y el desarrollo de viviendas eficientes y sostenibles, y en la que consiguieron el primer premio del Solar Decathlon en Arquitectura, el segundo premio en Eficiencia Energética y el tercero en Ingeniería y Construcción. Para ello, diseñaron su primer proyecto: la construcción de una barraca, un ejemplo de vivienda sostenible inspirada en la barraca valenciana. La nueva edición del concurso se ha retrasado al 2022 debido a la situación provocada por el Covid-19 y en mayo Azalea UPV viajará a Wuppertal (Alemania) con un nuevo proyecto titulado Escalà, una vivienda sostenible y modulable, pero esta vez centrada en el barrio valenciano del Cabanyal, un barrio histórico lleno de casas tradicionales valencianas que querían ser derribadas pero cuyos vecinos consiguieron proteger.
La competición se divide en varias categorías: la rehabilitación de un edificio existente y su ampliación para crear más espacio habitable; el diseño de un edificio en un solar vacío entre medianeras o la renovación; y la adición de una o más plantas a un edificio existente. La propuesta de Azalea combina un espacio adosado en la medianera norte que sirve de colchón térmico con el objetivo de mantener la representación de la Escalà tradicional y mejorar la iluminación y la ventilación naturales, un elemento multifuncional que aborda diferentes aspectos y necesidades en un espacio reducido. Escalà, por tanto, es una vivienda autosuficiente y sostenible, y a la vez un granito de arena para lograr la reconversión y rehabilitación del barrio.
En concreto, Escalà integra un sistema de recuperación de calor al que Azalea UPV ha llamado ‘Caloret System’, donde el extremo superior de la casa funcionaría como una cámara de acumulación, gracias a una superficie acristalada que permitirá el paso de la radiación solar. Está diseñado para facilitar la ventilación en verano y la acumulación de calor en invierno. El ‘Caloret System’ es el mayor exponente de este apartado; un dispositivo desarrollado por el propio equipo cuya función principal es aprovechar la radiación solar diurna para calentar el aire que se utilizará para ventilar la vivienda de forma totalmente pasiva. Es decir, mientras no sea preciso como sistema de calefacción, también actuará como chimenea solar, aprovechando el calor acumulado para extraer el aire de la casa sin necesidad de ventilación activa. Por tanto, la luz solar y las placas solares son una base fundamental en el proyecto; y la innovación, la sostenibilidad y la protección del medio ambiente, junto con la tradición valenciana, los ejes que lo han vertebrado.
El espacio urbano
Además de la sostenibilidad y la protección del medio ambiente, el espacio urbano y la remodelación sostenible del entorno construido también cobran importancia en este proyecto. El equipo, en un recorrido del barrio de norte a sur y de este a oeste, clasificó los principales problemas en: pavimentos en mal estado, escalones aislados, cruces sin pasos de cebra o carriles bici sin diferenciar, entre otros. Con todo esto, otro de los puntos del proyecto es convertir el Cabanyal en un barrio “10 minutos”; un distrito en el que todos los servicios esenciales, estén al alcance del peatón a un máximo de 10 minutos andando. En cuanto a la movilidad en transporte, el principal reto al que se han enfrentado es redefinir las calles y trabajar para mejorar las infraestructuras de transporte público con el fin de reducir el uso del vehículo privado. Actualmente las líneas de autobús y tranvía que llegan al Cabanyal son de largo recorrido y poco frecuentes, lo que dificulta la conexión entre la ciudad y el barrio. Para ello, realizaron un estudio de las distancias a pie y en bicicleta en el barrio, el Metrominuto; un mapa esquemático que muestra la cercanía de los puntos de interés del Cabanyal y también a escala de Valencia.
Un nuevo proyecto y a la vez un doble reto: superar los grandes resultados anteriores, pero con una mayor responsabilidad, ya que es el único representante español que ha sido seleccionado para participar en esta competición. Además, para este trabajo la mayoría de los integrantes del equipo son estudiantes que se enfrentan por primera vez con un proyecto de estas dimensiones, aunque también hay integrantes que ya participaron en el Solar Decathlon 2019 y que con su experiencia ayudan al resto.
Un equipo 360
La propia construcción de la vivienda está siendo llevada a cabo por el mismo equipo Azalea en la Universidad Politécnica de Valencia. Los últimos meses han estado repletos de tareas tan diversas como fabricar los módulos de madera que compondrán la vivienda y rellenarlos con aislante térmico de algodón reciclado; preparar hormigón, colocar vigas, o instalar forjados. Todo con el objetivo de inaugurar el prototipo en tierras valencianas antes de viajar hasta Alemania, no sin antes desmontar para volver a montar e intentar conseguir tantos o más premios como en Solar Decathlon 2019.
