La Asociación Europea de la Energía Eólica (European Wind Energy Association, EWEA) ha difundido un comunicado en el que recoge las declaraciones de su presidente ejecutivo. Según Thomas Becker, "en vez de esforzarse en incrementar la producción de energía eólica para ganar mayor liderazgo y competitividad, los gobiernos de Europa están recortando las políticas de apoyo a las energías renovables y reforzando la dependencia de combustibles fósiles, a menudo importados de países que están lejos de nuestra tradición democrática. Los gobiernos europeos se están disparando en el pie", ha dicho Becker.
Según EWEA, "el formidable incremento que han experimentado los precios de los combustibles fósiles en estos últimos diez años -14% en el caso del petróleo crudo; 10% en el caso del gas; y 8% en el del carbón- es el verdadero peligro para la competitividad de Europa". En el otro lado de la balanza, EWEA coloca a la eólica, que en 2010 ha evitado importaciones de combustibles fósiles por valor de más de 5.700 millones de euros en la Unión Europea (UE). La asociación estima que el viento podría ahorrarle a la UE más de 25.000 millones de euros en 2020: "las inversiones hechas en energía eólica -explica en su comunicado EWEA- son inversiones hechas en Europa". Según Becker, los jefes de gobierno y de estado que se reunirán el próximo 22 de mayo para discutir la política energética de la Unión Europea "deberían recordar que la UE ha pagado 406.000 millones de euros en concepto de importaciones de petróleo y gas en 2012 (más de 1.100 millones cada día), una factura que ha crecido 200.000 millones de euros en estos últimos tres años debido al incremento del precio del petróleo".