Ocho centros montañeros -cinco españoles, dos eslovenos y uno italiano- han sido los escenarios elegidos para la implantación de una serie de medidas y actuaciones que están siendo monitorizadas. Mediante la implementación de estas mejoras, los impulsores del proyecto, que está siendo liderado por la Fundación Hidrógeno Aragón, pretenden conseguir una mejora de la eficiencia energética en un 20%, una reducción de las emisiones contaminantes de CO₂ (dióxido de carbono) en 21 toneladas al año por refugio y de las emisiones de NOx (óxido de nitrógeno) en 0,5 toneladas por año y refugio, así como disminuir el número de viajes en helicóptero que se realizan hasta ellos para suministrar el combustible actual, con un ahorro estimado de una tonelada al año de queroseno por establecimiento.
Pues bien, hasta la fecha, las soluciones preliminares impulsadas en el marco de este proyecto han conseguido reducir en más de seis toneladas las emisiones de dióxido de carbono en el caso concreto del refugio de Lizara. Este dato -informa el Gobierno de Aragón- procede de la monitorización que se ha hecho de este refugio, "el primero con todas las tecnologías instaladas y cuyos resultados obtenidos de la monitorización coinciden con los estimados inicialmente". A la espera de tener nuevos datos procedentes de los refugios -explican desde el Ejecutivo aragonés-, se espera que el beneficio para el medio ambiente pueda ser todavía mayor: "a la finalización del proyecto, se prevé una reducción anual de cerca de 70 toneladas totales de CO2, equivalente al CO2 absorbido por más de 11.000 árboles".
El Gobierno explica el proyecto
Las tecnologías propuestas se han basado en el aprovechamiento de distintos recursos renovables locales en función de la posibilidad de explotación de cada refugio, por lo que se instalarán más de 20 medidas tecnológicas relacionadas con fuentes de energías sin emisiones contaminantes –solar térmica, solar fotovoltaica, hidráulica, eólica o biomasa-, mejoras en el aislamiento con materiales novedosos (basados en lana de oveja reciclada, con lo que se aprovechan las posibilidades de la economía circular) y otras actuaciones de mejora de la eficiencia energética, como una termochimenea con una eficiencia superior a las convencionales.
Las primeras siete tecnologías ya se encuentran instaladas: paneles fotovoltaicos, la termochimenea, y un nuevo inversor para optimizar el control del funcionamiento de los grupos electrógenos en Lizara; un inversor para almacenar en baterías los excedentes de generación eléctricos de la turbina hidráulica en Estós; una estufa de pellets en el refugio de Cap de Llauset y en el caso del refugio de Torino una novedosa planta de recuperación y tratamiento de aguas más una instalación fotovoltaica. A lo largo de los próximos meses se prevé la instalación de las demás medidas.
Entre dichas medidas, en el refugio de Bachimaña se instalará un sistema de almacenamiento de hidrógeno, que será todo un referente de aplicación en refugios de montaña. Actualmente se están concluyendo las fases de diseño y proyecto, habiéndose analizado para ello las diferentes alternativas de ubicación en el refugio o los requerimientos de transporte en helicóptero, impacto visual y facilidad de montaje, para que esta tecnología comercial pueda ser instalada de forma óptima y puesta en operación en el próximo año.
Dentro del II Coloquio Internacional de Refugios Pirenaicos celebrado los pasados días 16 y 17 de noviembre en Benasque, tenía lugar el segundo taller organizado por el proyecto SustainHuts, en el que Pedro Casero, responsable del Departamento de Innovación de la Fundación Hidrógeno Aragón y coordinador del proyecto, presentó las instalaciones ejecutadas en los refugios de montaña, así como los resultados de la monitorización del refugio de Lizara, expuestos en una mesa redonda sobre gestión energética sostenible. Las jornadas contaron con la presencia de asociaciones de montañismo españolas, andorranas y francesas, así como con representantes de gobiernos regionales, ayuntamientos y del Parque Nacional de los Pirineos, con el incentivo del turismo de montaña y la gestión y sostenibilidad de los refugios ubicados en ella como temas centrales.
Pie de foto. Refugio de Llauset (Pirineo aragonés)
El refugio, que cuenta actualmente con dos generadores diésel de 36 y 12 kW, 4 kW de tecnología fotovoltaica, una estufa de pellets y una bancada de baterías de 52 kWh, verá aumentada su generación renovable mediante la introducción de 4 kW extras de paneles fotovoltaicos y una estufa de pellets más, aumentando así su generación renovable y reduciendo su impacto ambiental. Además, gracias a su diseño innovador que reduce las emisiones durante las etapas de construcción y ensamblaje, el refugio de Llauset es ya un referente del Pirineo aragonés en cuanto a sostenibilidad de refugios en montaña europeos.
Objetivo último
Como resultado del proyecto se confeccionará una serie de guías metodológicas que permitan replicar las soluciones desarrolladas en los refugios, de forma que las mejoras medioambientales conseguidas puedan ser replicadas en un futuro a otras localizaciones, tanto europeas como de todo el mundo.
El proyecto tiene una duración de 4 años y los socios del consorcio que lo está desarrollando son Fundación para el Desarrollo de las nuevas tecnologías del hidrógeno en Aragón (coordinador), la Federación Aragonesa de Montañismo, el Club Alpino sección Turín (Italia), Environmental Park (Italia), la Asociación de Montaña de Eslovenia, el Centro de Tecnologías del Hidrógeno de Eslovenia y la Universidad de Ljubljana (Eslovenia).