Como publicábamos hace unos días, el informe “Energía renovable y empleo” de Irena pone de manifiesto que, en 2015, el empleo en el sector renovable creció un 5% con respecto a 2014, hasta alcanzar 8,1 millones de personas (9,4 millones de empleos si se tiene en cuenta la gran hidráulica). Según esta misma agencia, la capacidad de generación eléctrica con energías renovables aumentó en 151.500 MW, hasta alcanzar 1.985.074 MW instalados. Y este crecimiento de empleo y de capacidad renovable se produce a pesar de la crisis económica mundial, mientras que el sector energético en su conjunto pierde puestos de trabajo, también en la generación con energías fósiles.
Entretanto, en España se instalaron tan sólo 23 MW de nueva capacidad renovable, hasta sumar los 51.749 MW y el número de empleos en el sector renovable se estancó en unos 70.000.
Así, el llamado empleo verde crece en todos los países y, sin embargo, se mantiene estancado en España en 2015, tras haber perdido casi la mitad de los empleos que llegó a tener desde 2008. Según Irena, la causa de la destrucción de empleo en el sector renovable sufrido en España en los últimos años es consecuencia de las políticas adversas puestas en marcha en el sector eléctrico, que han provocado la pérdida de empleo en prácticamente todas las tecnologías renovables, algo que ha venido denunciando APPA reiteradamente a lo largo de los últimos años.
Estudio Macro de APPA
El informe de Irena utiliza como fuente del empleo en nuestro país los datos del Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España, editado por la Asociación de Empresas de Energías Renovables. Según dicho informe, conocido como Estudio Macro de APPA, el sector renovable empleó a 70.750 en 2014, frente a los 136.163 empleos que llegó a alcanzar en 2008.
Por tecnologías, la solar fotovoltaica se sitúa como la primera generadora de empleo en todo el mundo con 2,8 millones de puestos de trabajo, seguida de los biocarburantes con 1,7 millones, la eólica con 1,1, la solar térmica y la climatización con 939.000, la biomasa sólida con 822.000, la minihidráulica con 204.000, la geotermia con 160.000 y la solar termoeléctrica con 14.000.
En cuanto a España, de acuerdo con los datos del informe de APPA, el “ranking” de empleo lo encabeza la biomasa con 30.300 puestos de trabajo -de los que más del 90% corresponden a biomasa eléctrica-, seguida de la eólica con 16.750, la solar fotovoltaica con 9.940, la solar termoeléctrica con 5.400, los biocarburantes con 4.260, la minihidráulica con 1.460, la solar térmica con 1.100, mientras que la geotermia, la marina y la minieólica emplean en conjunto a 1.500 personas.
El país que con gran diferencia genera más empleos renovables es China, con más de 3,5 millones de puestos de trabajo, seguida de Brasil con 918.000, Estados Unidos con 770.000, India con 416.000 y Japón con 388.000. Europa en su conjunto emplea a 1,17 millones de personas.
“Se da la paradoja de que España, hasta hace pocos años líder en el sector y en el empleo renovable, ha generado la mitad de empleos que Bangladesh. En nuestro entorno más cercano, Francia emplea 2,5 veces más personas en el sector renovable que España, mientras que Alemania genera cinco veces más empleo que nuestro país”, subraya APPA.
Duplicar la penetración de las renovables
Irena considera que para cumplir los objetivos de energías renovables a 2030 es necesario que se duplique la penetración actual de renovables en el mix energético mundial, lo que representaría la creación de 24 millones de nuevos puestos de trabajo en el sector de las energías limpias.
Conforme a estas previsiones, España, que cuenta con abundantes recursos renovables, debería aprovechar la oportunidad para atraer inversiones a un sector clave en la economía mundial y en el que hace pocos años nuestro país ocupaba una posición de liderazgo.
Según el presidente de APPA, ”las energías renovables son fundamentales en la transición hacia una economía baja en carbono y además han alcanzado ya un alto nivel de desarrollo que las hace competitivas. No tiene sentido que dejemos pasar la oportunidad que representa el desarrollo de las energías renovables, cuando contamos con empresas líderes en los mercados internacionales, algo que debemos reforzar con la correspondiente reactivación del mercado doméstico”.
“Nuestros políticos en general y el nuevo gobierno en particular deben plantearse como tarea primordial sentar las bases para que el sector renovable español recupere la posición de liderazgo que le corresponde, propiciando que este sector sea motor de crecimiento, creando empleo y riqueza para el país durante la transición energética que viene y que puede ser, económicamente, una de las grandes oportunidades del siglo”, concluye José Miguel Villarig.