El Movimiento Ibérico Antinuclear (MIA), del que forma parte Ecologistas en Acción, avisa de que prolongar la autorización de las centrales nucleares de Almaraz y Vandellós "sería una decisión de altísimo riesgo, ya que presentan un envejecimiento evidente y una seguridad degradada". Las organizaciones antinucleares denuncian la "evidente falta de participación y de debate público con el que se está produciendo el proceso de renovación de estas centrales". Por ello, trasladaron ayer en una carta a la ministra Teresa Ribera la petición de que "se ponga la protección del futuro para la ciudadanía por delante de los balances económicos de las grandes empresas energéticas, y que se deniegue la renovación de la autorización de funcionamiento de las centrales de Almaraz y Vandellós II". En esta carta recuerdan que, el pasado mes de mayo, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) daba luz verde a la renovación de los permisos de explotación de las centrales nucleares de Almaraz, y pocas semanas después, a la de Vandellós II, "unas instalaciones que superan su vida de diseño durante el periodo de renovación de autorización que los titulares de estas instalaciones solicitan al ministerio". Los dos reactores de Almaraz, los más antiguos, lo harán pronto (superarán su vida de diseño), en 2021 y 2023. La central de Vandellós II, en diciembre de 2027.
Las organizaciones consideran que "la prolongación del funcionamiento de las centrales nucleares en el Estado español por encima de los 40 años para los que fueron construidas responde exclusivamente a los intereses de las compañías titulares". Se concretó en un protocolo de cierre entre Enresa y los propietarios de las centrales firmado en marzo de 2019, asumido por el gobierno, según aparece en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (página 277).
La paralización de los tiempos de renovación realizada por el anterior ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, ha reducido el plazo de los tres a los dos años para el estudio de la documentación. Lo que a juicio de Ecologistas en Acción y MIA resulta más grave aún es que, atendiendo a las autorizaciones publicadas en 2010, estas autorizaciones o están caducadas o están cercanas a hacerlo.
Los antinucleares recuerdan además que, durante el mes de junio, después de que el Consejo de Seguridad Nuclear informara favorablemente la prolongación de Almaraz, esta central ha sufrido dos paradas de sus reactores por problemas técnicos. Las organizaciones antinucleares avisan de que "prolongar la fecha de cierre sería una decisión de altísimo riesgo, ya que estas instalaciones presentan un envejecimiento evidente y una seguridad degradada".
El Movimiento Ibérico Antinuclear destaca la falta de flexibilidad de la nuclear
«En estos momentos -sostienen los ecologistas- no es necesaria la continuidad de un sistema energético enormemente contaminante y concentrado en las manos de unas pocas empresas, sino la apertura de un amplio debate sobre el futuro de la energía en el Estado español, la distribución de la producción y la adaptación de los consumos a las necesidades colectivas, y no de reproducción del sistema económico. Un debate que se hace más necesario a la vista de las transformaciones que se están produciendo en estos días. La caída del consumo de energía, y particularmente de electricidad, con un importantísimo papel de la eólica y la solar, que no pueden ser complementadas por la nuclear por su baja flexibilidad, muestran lo contradictorio de prorrogar el obsoleto parque nuclear en un periodo de transición energética que debe llevarse a cabo con criterios ecológicos»
Por eso, las organizaciones que suscriben la carta han pedido al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que, por delante de los balances económicos de las grandes empresas energéticas, se ponga la protección del futuro para la ciudadanía y que se deniegue la renovación de la autorización de funcionamiento de las centrales de Almaraz y Vandellós II.
El Movimiento Ibérico Antinuclear informa
«Esta central mostró problemas técnicos desde su arranque, con incidentes, errores, paradas no programadas o recargas fuera de especificación que afectaron a elementos esenciales de su seguridad. Hubo que ejecutar más de 4.000 modificaciones de diseño y algunas de gran calado, como el cambios de los seis generadores de vapor por corrosión en 1996/7 (un problema que ha vuelto a manifestarse en 2009) o el cambio de la cabeza de la vasija de vapor de ambas unidades. El propio CSN, en uno de sus primeros informes, ya hizo referencia a los problemas iniciales de Almaraz, causados principalmente por el mal diseño de los asentamientos de combustible de los dos reactores con respecto a los edificios de contención, remediado inyectando bentonita y cemento bajo la losa de cimentación, así como defectos por vibraciones y la mencionada corrosión de los tubos de los generadores de vapor»
Contexto
El pasado 7 de mayo, el Pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) anunció que acordaba informar favorablemente la propuesta de dictamen técnico relativa a la solicitud de renovación de la autorización de explotación de la central nuclear Almaraz (Cáceres). "De esta forma, se autoriza el funcionamiento de la unidad I hasta el 1 de noviembre de 2027 y hasta el 31 de octubre de 2028 a la unidad II, que iniciaron su funcionamiento en 1981 y 1983, respectivamente".
La decisión adoptada por el Pleno, en su reunión telemática, se basa en la verificación del cumplimiento, por parte del titular, de las condiciones de la autorización vigente -que fue concedida en 2010-, y las instrucciones técnicas asociadas -la Revisión Periódica de Seguridad (RPS) y la normativa de aplicación condicionada-. Dado el volumen de la documentación técnica asociada, el Pleno del CSN diseñó un plan de trabajo para garantizar el tiempo necesario para su adecuado análisis, que se ha desarrollado durante todo el mes de abril hasta ahora.
El dictamen emitido por el CSN, incluye 13 límites y condiciones a los que quedará sometido el funcionamiento de la instalación en este nuevo periodo. El Consejo acompaña esos 13 límites y condiciones de un conjunto de 7 Instrucciones Técnicas Complementarias (ITC), en las que se recogen, con mayor grado de detalle, los pormenores de las condiciones de la renovación de la autorización.
La decisión en todo caso de permitir el funcionamiento de Almaraz durante los próximos ocho años queda en manos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, porque los informes del Consejo no obligan (el CSN es una entidad cuyos informes solo asesoran).
Ecologistas en Acción y el resto de las organizaciones de toda la península ibérica que componen el MIA, cuyo grupo territorial en Extremadura es el FEAN, consideran que la prolongación de la vida de la central de Almaraz estará sujeta a muchas y costosas modificaciones, reformas que no tiene sentido abordar en un sistema energético en transición hacia las energías renovables. Por eso pide al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico "que abra paso a la generación eléctrica segura y limpia, y no conceda la autorización de operación a Almaraz".