El marco de este acuerdo es la visita que Barbara Hendricks, titular del Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza, Construcción y Seguridad Nuclear (BMUB), realizó al país centroamericano y en donde se reunió con varios integrantes del gobierno local, principalmente, con el presidente, Luis Solís.
En el memorando de entendimiento firmado entre el BMUB y el Ministerio de Ambiente y Energía costarricense se destaca “la fructífera cooperación entre Alemania y Costa Rica en material de protección ambiental, cambio climático y desarrollo sostenible y promueve aún más la cooperación entre ambos países en esos ámbitos por medio de actividades y proyectos conjuntos”.
Según destaca un comunicado dado a conocer por la sede presidencial, el total de áreas que abarca ese acuerdo, y que han significado la donación antes señalada, son: la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero y la descarbonización de la economía, incluyendo el desarrollo del transporte eléctrico; la adaptación a los impactos del cambio climático y un desarrollo verde para Costa Rica; la implementación de la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030; la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos; así como la protección de la capa de ozono, incluyendo la eliminación de los HFC en virtud del Protocolo de Montreal; y cualquier otra área en la que las dos Partes decidan hacerlo.
El acuerdo también prevé la integración de proyectos en el marco de la Iniciativa Internacional sobre el Clima, de Alemania, y en el de la Alianza de NDC (referente al fortalecimiento de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas o planes climáticos de los países como parte del Acuerdo de París). Tanto Alemania como Costa Rica son fundadoras de esta asociación e integran su Comité Directivo.
El acuerdo subraya el mutuo interés entre las partes en la importancia del Acuerdo de París y la Agenda 2030 como puntos de referencia para la transformación global hacia economías y estilos de vida sostenibles, así como la visión a largo plazo de mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de los dos grados Celsius respecto a los niveles preindustriales y seguir los esfuerzos para limitar ese aumento a 1,5 grados Celsius.