El plan se ha aprobado esta semana después de que en junio pasado la canciller Angela Merkel alcanzara un acuerdo con los líderes del estado para restringir la expansión de la eólica en tierra a 2,8 GW al año, poniendo así un límite claro al desarrollo de la energía del viento onshore, si bien se espera que este límite se eleve a los 2,9 GW anuales a partir de 2020.
Para la eólica en el mar, mucho menos desarrollada todavía, no habrá límites hasta el año 2021 y éstos irán variando cada año, con el objetivo de que el país alcance su objetivo de contar con 15 GW eólicos para 2030.
"Para la energía eólica terrestre, las reformas establecen volúmenes claros sobre su desarrollo hasta 2020 y más allá”, señala Giles Dickson, director general de WindEurope, en el portal de la patronal eólica europea. ”Esto le da a la industria un grado de certeza sobre las inversiones y la oportunidad de planificar el futuro”.
Dickson considera, por el contrario, que “no puede decirse lo mismo” sobre la eólica en el mar, “para la que hay una falta de estabilidad en los volúmenes”. Y añade: “Su tasa de desarrollo será desigual a partir de 2020, y otro tanto ocurrirá con las subastas, que variarán en tamaño de un año a otro”.
El director general de WindEurope opina que estos objetivos son, además, menos ambiciosos que los existentes en otros países europeos, como Reino Unido, que se ha comprometido a 1 GW al año hasta 2030, o los Países Bajos, que licitará 1,4GW este año y 700MW anuales hasta 2020.
El directivo de WindEurope cree, en cualquier caso, que la decisión alemana de poner fin a los “feed in tariffs” era previsible y sigue la tendencia que se está viendo en toda Europa, en línea con las orientaciones marcadas desde la Comisión Europea.
Otros analistas apuntan que el plan aprobado por el Parlamento alemán frena el fuerte impulso que las renovables tomaron en Alemania tras el accidente de Fukushima en Japón en 2011, en detrimento de las tecnologías fósiles y nuclear. El rápido crecimiento de las energías renovables ha conducido, además, a una importante caída de los precios de la electricidad al por mayor, afectando a la generación convencional.
Alemania produce actualmente el 33% de la electricidad con renovables y espera elevar el porcentaje al 45% en 2025.