Los derechos de emisiones de CO2 son la tasa que deben pagar las industrias contaminantes por el hecho de liberar a la atmosfera dióxido de carbono. Este mecanismo -explican desde AleaSoft- ha sido ideado "para que la transición a producir con tecnologías menos contaminantes sea más rápida haciendo menos rentables aquellas tecnologías que más contaminan". Las industrias pueden adquirir estos derechos de emisiones en las subastas que organizan los estados. Sin embargo, existen mercados secundarios, donde estos derechos se pueden revender (por ejemplo, porque una determinada industria ya no los va a necesitar; o porque una empresa quiere hacer negocio con ellos y compra para vender a un precio más elevado).
La generación de electricidad en centrales térmicas de carbón produce gases de efecto invernadero (CO2) y, por ello, las térmicas de carbón deben adquirir derechos de emisiones de CO2. Estos derechos constituyen, según AleaSoft, "un coste extra para las centrales que, para mantener la rentabilidad, deben traspasar en sus ofertas de venta de energía en el mercado eléctrico".
En la misma tesitura se encuentran las centrales térmicas de ciclo combinado (que queman gas natural para generar electricidad) y las instalaciones de cogeneración (que también queman combustibles fósiles para producir kilovatios hora eléctricos). En sus procesos de producción, ambos parques de generación (ciclos y cogeneración) emiten ciertos residuos -gases de efecto invernadero, o sea, CO2- y, en ambos casos -apuntan desde AleaSoft-, "un aumento del precio del CO2 repercute directamente en el precio de las ofertas de estas tecnologías, de modo que, cuando marcan el precio marginal del mercado eléctrico, éste nota una subida".
AleaSoft repasa
El precio de los derechos de emisiones EUA (European Union Allowance) para diciembre de 2018 comenzó el año cotizando por debajo de los 8 € la tonelada de gas emitido. Este precio ya se había encarecido bastante desde los 5 € en que estaba situado hasta julio de 2017, precio ese alrededor del cual ya llevaba varios años negociándose. Pues bien -apuntan desde AleaSoft-, desde entonces, la carrera alcista ha sido imparable, hasta alcanzar su máximo en 25,23 €/t el 10 de septiembre, una subida del 223% en menos de nueve meses. Este aumento del precio de las emisiones -continúan desde AleaSoft- ha venido acompañado por un incremento del precio del mercado eléctrico ibérico del 42,6%, desde los 49,98 €/MWh de promedio en enero hasta los 71,27 €/MWh de promedio en septiembre. Así, AleaSoft señala el precio del CO2 como "el principal factor en el precio del mercado eléctrico español en 2018".
Pronóstico
De cara al 2019, las estimaciones de AleaSoft son que el precio de los derechos de emisiones de CO2 continuará aumentando. Según los expertos de esta empresa, la entrada en funcionamiento de la MSR (Reserva para la estabilidad del Mercado) permitirá a la Unión Europea impedir la caída del precio de las emisiones, y hacer que se convierta en una herramienta para acelerar la descarbonización de la producción eléctrica y conseguir los objetivos medioambientales de 2030. AleaSoft recuerda por otro lado que "los estudios publicados indican que el precio del CO2 debería aumentar un 50% más para que sea más rentable producir electricidad con gas en lugar de carbón, y este es el primer paso indispensable para avanzar en la descarbonización del sector eléctrico".
Gas
AleaSoft también señala el precio del gas como "un factor importante que afecta el precio del mercado eléctrico". Si bien el gas no es la principal tecnología de producción de electricidad en el mercado eléctrico español (ciclos combinados y cogeneración tienen una cuota de producción de alrededor del 22% en lo que llevamos de 2018), sí es la tecnología con las ofertas más caras del mercado, por lo que es una referencia para las ofertas de otras tecnologías gestionables. El precio del gas europeo TTF ha tenido un comportamiento alcista similar al del CO2. El precio del futuro para diciembre empezó en 2018 en 19,14 €/MWh y alcanzó el máximo en 29,67 €/MWh (una subida del 55%) el 24 de septiembre, prácticamente a la vez que el CO2.
Los expertos de AleaSoft estiman que, la acumulación de reservas de gas para el invierno (que de momento además no se prevé severo) no hace prever un aumento del precio en 2019. Eso sí -alertan-, "un invierno con temperaturas más bajas de lo esperado puede hacer disminuir las reservas de gas y presionar el precio al alza".
Así las cosas, AleaSoft señala a las subidas del precio del CO2 y del gas como factores clave para comprender la subida que ha experimentado el precio del mercado eléctrico en este 2018.
Carbón
En lo que llevamos de 2018 el carbón ha significado alrededor del 14% de la producción. Este combustible fósil marca el precio marginal del mercado en determinadas horas y su precio también es un factor que influye en el precio del mercado eléctrico. El precio del carbón europeo API2 también tuvo un comportamiento alcista en el global de los tres primeros trimestres del año. El precio del futuro para diciembre marcó su máximo en octubre cerca de los $102 por tonelada. Desde entonces, su precio no ha parado de caer y se encuentra ya en los $83. AleaSoft pronostica: "las perspectivas para 2019 son que el precio continúe a la baja".
Derivados del petróleo
Si bien el fuel-oil ya no se usa para la producción de electricidad, AleaSoft señala que "el comportamiento del precio del petróleo es aun una referencia para el mercado eléctrico; algunos contratos de gas se indexan a su cotización, y, en general, el precio del petróleo puede marcar el sentido de la economía a nivel mundial". En ese marco, la empresa especializada en previsión de precios recuerda que, "al igual que el carbón, el precio del barril de petróleo Brent marcó su máximo anual en octubre por encima de los 86 dólares, y desde entonces ya ha caído hasta los 60". Pues bien -concluye-, las previsiones de varias fuentes agrupadas por AleaSoft indican que el precio promedio del Brent durante 2019 bajará.
