Al Gore asegura que nos recordarán como la generación que luchó contra el cambio climático o la que destruyó el planeta

Al Gore ha participado en el I Encuentro sobre Energía, Municipio y Calentamiento Global, ante un centenar de alcaldes, políticos, empresarios y científicos que le han escuchado durante casi dos horas. Su intervención fue precedida por Alberto Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid, que recalcó lo oportuno de contar con Al Gore, justo después de que el calentamiento global haya sido “oficialmente confirmado la semana pasada” tras el informe presentado por el IPCC en París.

El ex vicepresidente de Estados Unidos dejó su perfil más político para el final, cuando dijo que “tenemos que comprometernos como generación”. Su presentación, plagada de datos científicos y apoyada en un extraordinario montaje audiovisual, fue desglosando la realidad del cambio climático y las amenazas a las que nos enfrentamos si seguimos enviando a la atmósfera ingentes cantidades de gases de efecto invernadero: sequías, lluvias torrenciales, deshielo de las zonas polares, aumento del nivel del mar, descenso de las cosechas, incendios forestales, etc.

Y para quienes sólo las perciben como augurios catastrofistas insistió: “son el presente”.
El calentamiento global es un hecho “sobre el que hay unanimidad en la comunidad científica” y “los empresarios empiezan a admitir”, dijo Gore, quien añadió que es la hora de la sociedad y los políticos para evitar una tragedia.

“¿Cómo será recordada nuestra generación, seremos los egoístas autodestructivos que fracasaron a la hora de reaccionar y afrontar su responsabilidad o seremos la generación que fue capaz de tomar decisiones difíciles?”, preguntó el ex vicepresidente.

Críticas a Bush
Gore arremetió contra los que se han pasado años negando las conclusiones de los científicos y fue muy crítico con la política ambiental de la administración del presidente Bush, que empleó como asesor en esta materia a Philip Cooney, conocido defensor durante años de los intereses de la industria petrolífera. “Bush dijo una vez que hay que elegir entre economía y medioambiente. Pero ésta es una dicotomía falsa, si no tenemos planeta, no tendremos economía”. “Si se funde la mitad de la Antártida, Wall Street, la capital financiera del mundo, quedará sumergida bajo el agua”, añadió.

La buena noticia de su presentación es que esas soluciones existen, la tecnología está disponible y, desde la óptica económica, es más importante actuar que ignorar el problema. “Tenemos el conocimiento tecnológico para extender el uso de las energías renovables”, argumentó Gore, quien consideró factible que Estados Unidos, responsable de más del 30% de las emisiones mundiales de CO2, lograra volver a los niveles de contaminación de hace 35 años, si se lo propusiera.

En el turno de preguntas, Gore tuvo oportunidad de mostrar su escepticismo sobre las nucleares. Y lo hizo, sobre todo, desde razonamientos económicos. “Soy escéptico. Vengo de Tennessee, una zona muy nuclearizada de Estados Unidos y, aunque no estoy totalmente en contra, no creo que sea la solución al cambio climático. Ni siquiera a la dependencia energética. No sólo por los problemas de residuos o de que se produzca un eventual error humano, sino porque su coste es muy alto. Además, sólo tenemos un tamaño de central eléctrica; el extra-grande, lo que aumenta los peligros”.

Para terminar, Al Gore quiso dejar una última idea en el aire que resumiese su intervención. Y se sirvió de un verso de Antonio Machado: “caminante, no hay camino, se hace camino al andar”.

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