Las personas y su protección en instalaciones críticas ocupan un lugar cada vez más destacado dentro de la estrategia de negocio de AGA. Por esa razón, la compañía vasca ha desarrollado durante estos últimos años una extensa gama de productos dirigida a un sector tan relevante como el de la transformación de energía. “La búsqueda de soluciones personalizadas para un sector clave como éste, el trabajo continuado junto con los clientes en el desarrollo de propuestas a medida –explican desde AGA–, nos ha permitido avanzar y mejorar, no solo en el servicio y capacidad de respuesta ante dichos retos, sino también en la gestión y planificación de los diferentes procesos productivos de la empresa para dar una respuesta con garantías”.
En palabras de Asier Luego, director de I+D de AGA (ver entrevista), “estamos inmersos en un proceso de mejora continua que nos obliga a cuidar todos los detalles, los que tienen que ver con el diseño, y aquellos que inciden directamente en la calidad final del producto. Trabajamos de forma constante en la optimización de nuestros medios y procesos productivos para mantener una posición de liderazgo tanto en el diseño de nuevos productos como en la transformación de materiales y técnicas de corte, plegado, mecanizado, etc”. Y por esa razón colaboran con centros y laboratorios certificados realizando los ensayos necesarios para cumplir los requisitos técnicos exigidos. “Lo hacemos con una visión global del negocio para poder ofrecer una solución ajustada y adaptada a las necesidades reales de cada cliente”, apunta Luengo.
La empresa con sede en Mondragón desarrolla cerraduras con tecnología específica para aplicaciones terrestres y offshore. Los sistemas son los mismos pero las condiciones ambientales marinas exigen utilizar distintos materiales. Trabajan con los principales fabricantes e instaladores a nivel nacional e internacional, lo que significa, por un lado, trabajar desde la cercanía y el contacto directo en un proceso que necesita de ambos para adaptar recursos y conocimientos a las necesidades finales de cada proyecto. Y por otro, superar todas las certificaciones de esas empresas. “Se trata de implementar una estrategia de negocio orientada a un sector muy riguroso y exigente en aspectos claves como la seguridad, con auditorías y controles realizados por los propios clientes para alcanzar los estándares de calidad exigidos, similares a los realizados en el sector de la automoción”.
Este compromiso con la calidad, demostrada por las diferentes certificaciones ISO 9001:2015 con que cuenta la empresa y que se actualizan regularmente, son muy importantes en el desarrollo de cerraduras de enclavamiento, y hacen posible que año tras año los clientes renueven su acuerdo de colaboración con AGA.
El nivel de compromiso y la transparencia derivada del propio procedimiento de trabajo, ha permitido a la empresa entender, desde la perspectiva del cliente, cuál es la problemática y las necesidades de una industria a la que es preciso ofrecer una propuesta diferenciada, “con el objetivo final de convertirnos en un proveedor global de soluciones en seguridad. Y ésta posición la podemos abordar con éxito ya que AGA diseña y fabrica sus propios productos desde hace más de 55 años.
Esa experiencia y conocimiento son el mejor aval para responder con garantías a empresas que trabajan suministrando equipos para el sector de la transformación de energía, como Schneider, Ormazábal o Ingeteam, entre otras, y con instalaciones tan importantes como la del parque eólico marino de Merkur en Alemania. El parque, con una potencia de 396 megavatios, se encuentra a 45 kilómetros al norte de la isla de Borkum, en el Mar del Norte y cuenta con 66 aerogeneradores de 6 MW de potencia unitaria del tecnólogo GE Renewable Energy.
Como dato curioso, las palas de esas máquinas se han fabricado en la factoría LM de Coves de Vinromà, en Castellón. Y son las palas más largas jamás fabricadas en España, con 73,5 metros. Otros parques eólicos en los que AGA ha instalado sus cerraduras de enclavamiento son, por ejemplo, los brasileños de Corredor do Senandes II, Santa Helena, Santa María o el parque de Santo Uriel.
Asier Luengo apunta que “una visión acertada de las tendencias y evolución del mercado, más el esfuerzo y compromiso de nuestros profesionales, han hecho posible que en este momento podamos ofrecer la más amplia oferta de productos y soluciones de seguridad para aquellas empresas del sector, que demandan soluciones a medida a partir de cerraduras de enclavamiento”.
La empresa es consciente de que las nuevas plantas de generación y transformación de energía, exigen soluciones cada vez más complejas en el diseño, en los acabados y en la calidad y durabilidad de los materiales. Productos y sistemas personalizados, adaptados a nuevos espacios y entornos de trabajo, preparados para funcionar en ambientes adversos, en muchos casos en condiciones extremas. “Son soluciones que AGA está preparada para ofrecer y que aportan un mayor grado de seguridad y protección, tanto a las personas como a las propias instalaciones donde se ubican”.
AGA es consciente de la transformación que afecta al mundo de la energía. “Somos optimistas y queremos ser partícipes de esa transformación gracias a la innovación y a la incorporación de nuevas tecnologías, entre ellas la digital”, concluye Luengo.
¿Qué son las cerraduras de enclavamiento?
Cuando hablamos de cerraduras de enclavamiento o maniobra, hablamos de una gama de productos muy destacada dentro de la amplia oferta de AGA. Son mayoritariamente, artículos dirigidos al sector energético, cerraduras fabricadas con un diseño específico donde la calidad es un requisito fundamental para el cliente. Una solución que aporta la máxima seguridad gracias a las secuencias o protocolos que el operario tiene que cumplir, utilizando las diferentes cerraduras para acceder a su lugar de trabajo y cuyo objetivo final es garantizar su protección.