El presidente de Ademi, José Manuel Martínez, que es consejero delegado de Eiffage Energía, analiza la repercusión energética de la guerra de Ucrania. Este es el comunicado completo lanzado por la asociación:
En estos momentos, la Unión Europea depende de Rusia para el suministro de energía, ya que importa de ese país el 41% del gas natural y el 27% del petróleo que consume. La independencia energética europea solo se puede lograr apostando por las energías renovables y la mejora de las infraestructuras eléctricas de distribución y transporte. Una apuesta que ya se contemplaba en el contexto global de la lucha contra el cambio climático. Pero, la situación provocada por el conflicto hace que las medidas que se deben adoptar en este sentido se pongan en marcha cuanto antes para conseguir la autosuficiencia energética.
Como presidente de Ademi y responsable de la defensa de los intereses de este sector, quiero manifestar nuestra preocupación ante la amenaza del intervencionismo sobre las energías renovables, ya que si se rompe la unidad del mercado eléctrico o se imponen impuestos confiscatorios, los pedidos de las empresas de energías renovables a las contratistas se van a paralizar.
Como consecuencia, esta situación ahuyentaría la inversión en energías renovables que es, como apuntaba anteriormente, la solución a esta crisis. Son energías más baratas y autóctonas, por lo que reducen la dependencia exterior. Hay países que ya están tomando decisiones en este sentido, como Alemania, que ha anunciado que acelerará el impulso de las energías renovables debido a la crisis de Ucrania, ya que la guerra subraya la necesidad de reducir la dependencia del gas ruso.
Del mismo modo, acelerar el desarrollo de proyectos eólicos y solares es una de las propuestas de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su plan para reducir la dependencia de Europa del gas ruso.
Según su análisis, sólo con solucionar los retrasos en la concesión de permisos se podrían introducir 20 TWh adicionales de electricidad en las redes europeas durante el próximo año, mientras que la inversión de 3.000 millones de euros en incentivos que cubran parte del coste de instalación de la energía fotovoltaica residencial podría añadir otros 15 TWh. La AIE calcula que estas dos medidas combinadas podrían reducir el uso de gas en 6.000 millones de metros cúbicos.
La Comisión Europea acaba de proponer lo que denomina “un esbozo de plan” para que Europa sea independiente de los combustibles fósiles rusos “mucho antes de 2030, empezando por el gas, teniendo en cuenta la invasión rusa de Ucrania”. Este plan expone también una serie de medidas para responder al aumento de los precios de la energía en Europa y reconstituir las reservas de gas de cara al próximo invierno.
Unas medidas que se debatirán a finales de esta semana. El tiempo apremia y la situación se vuelve insostenible. La independencia energética europea solo se puede conseguir, como estamos viendo, con la intensificación de la generación mediante energías renovables, y eso debe producirse cuanto antes.
Ademi está constituida por las empresas más representativas del sector de la Ingeniería, Montajes, Mantenimientos y Servicios Industriales, con una facturación conjunta que supera el 90% de la del sector y una cifra de negocio global de más 18.000 millones de euros, lo que supone un 1,6% del PIB español.
Las empresas que formamos parte de esta asociación generamos 70.000 puestos de trabajo en España en empleo directo y 100.000 empleos indirectos. Empleo local y de calidad, con el que contribuimos a fijar la población de lo que se considera la “España vaciada”, a medio y largo plazo.