Sánchez Ortega desgranó ayer las intenciones de la empresa para los próximos años, trató de dibujar alguna perspectiva energética a futuro y se mostró implacable con la patronal eléctrica y los directivos de las cinco compañías que la conforman (Gas Natural Fenosa, Endesa, Iberdrola, HC Energía y EON), que en los últimos meses han recrudecido su ataque contra las renovables.
Para Sánchez Ortega, “nadie que hable sobre el déficit tarifario es objetivo porque todos ven afectada su cuenta de resultados”. El habló ayer para decir que no ve el problema como lo ve Unesa. “Si se corrigiera el régimen retributivo de la hidráulica y la nuclear podría acabarse con el déficit tarifario”, dijo. “Además, ¿quién tiene posibilidad de construir ahora un gran embalse o una central nuclear? Nadie, lo que implica que, de hecho, los dueños de este tipo de centrales tienen un monopolio”.
De los 29.000 millones de euros anuales en los que se calcula el coste del sistema eléctrico, la mayoría, un 38%, se debe al coste de la energía, un 25% se atribuye a los costes del Régimen Especial (donde se incluyen las renovables), un 19% a los de distribución, y así hasta una decena de partidas con porcentajes menores. “El problema del déficit tarifario no es culpa de uno de estos conceptos”, afirma Sánchez Ortega.
Basándose en datos de la Comisión Nacional de Energía (CNE), el ejecutivo de Abengoa hizo un repaso a los precios que se pagan por la generación eléctrica. “La retribución media del pool es de 4,8 céntimos de euro por kilovatio hora (c€ kWh). Pero el coste de producir la electricidad hidráulica es de solo 0,3 c€ kWh, porque muchos de los grandes embalses llevan funcionando décadas, hasta más de 50 años, por lo que son inversiones amortizadas. Por la misma razón el coste de la electricidad nuclear es de 1,8 c€ kWh. Las térmicas de carbón lo producen a 5,8 y los ciclos combinados llegan a los 6,9 c€ kWh. Pero si entran renovables en el sistema, cuando llega la casación de energía bajan el precio del pool porque no pagan por el combustible.
La importancia del árbitro
Y aquí es donde Sánchez Ortega parecía dirigirse a los responsables de Unesa. “Si se corrigiera el régimen de retribución de la hidráulica y la nuclear, que reciben un beneficio extra de 3.500 millones (1.705 millones para la hidráulica y 1.773 millones para la energía nuclear el año pasado), podría acabarse con el déficit tarifario”. El déficit de 2010, que ascendió a 5.554 millones, se habría reducido en un 63%, hasta los 2.076 millones, sin estos beneficios extraordinarios. “El precio del pool no refleja el coste real de la energía. Y eso no lo dice Abengoa, lo dice la CNE”.
También citó un estudio de la consultora N+1, que dice que para ajustar el déficit tarifario se pueden rebajar muchos conceptos. “No es cuestión de plantearse si para ahorrar dinero en la familia hay que dejar de ir al cine o al teatro”. Podemos ir un poco menos al cine y un poco menos al teatro. La eliminación del déficit podría llegar “combinando una subida de las tarifas de acceso junto a una reducción de los costes regulados entre 2013 y 2015”. Dijo que mucha gente le pregunta si Unesa se pasa con su petición de moratoria solar. “Yo creo que cada uno defiende los suyo. Lo importante es el árbitro”.
Manuel Sánchez Ortega, reconoce que “hay inversores internacionales que han decidido no invertir en energía en España por las incertidumbres en el sector”. Y se refirió a la evolución de la tecnología y los precios de la solar termoeléctrica. “Los niños no nacen y se ponen a trabajar sin pasar por la universidad”, dijo. La amortización actual de una planta termosolar “puede estar hoy por los 20–22 años. Pero depende mucho de su localización geográfica. Hay que tener en cuenta que el despliegue real de esta industria se ha producido en los últimos cinco años. Trabajamos con el objetivo de situar el coste por MW instalado en torno a 15–16 euros, para el año 2017 ó 2018. Pero depende mucho de lo que pase en los próximos años”.
En cuanto al PER, “más allá de si el es poco o muy ambicioso (prevé 2.400 MW termosolares nuevos hasta 2020) creo que hay que mirarlo con perspectiva. Ver cuál es la tendencia. Lo que cambia es la velocidad pero la dirección está clara”.
Buenas perspectivas
Sánchez Ortega se mostró satisfecho de la evolución de la compañía, que cerró a primeros de mes la entrada en su accionariado del fondo estadounidense First Reserve, primero del mundo con intereses en el sector energético. “Hemos reducido en un 10% el endeudamiento. Y hemos aprobado un plan de inversiones de 4.468 millones hasta 2014. De los que la mayor parte, 2.800 millones, irán destinados a energía solar. Ese año esperamos contar con 1.500 MW termosolares. Otros 360 millones estarán dedicados al sector de los biocarburantes”.
El consejero delegado de Abengoa también quiso echar un vistazo al futuro energético para preguntarse qué decisiones se tomarán en el mundo después de Fukushima. “De aquí a 2020 hay 124 plantas nucleares que cumplen los 40 años de vida útil. Y hasta 2030 hay que sumar otras 200. ¿Con qué energía de base van a sustituirse esas centrales? Me temo que nadie, ningún gobierno, ninguna compañía eléctrica sabe qué va a pasar con los futuros escenarios energéticos. Pero estoy convencido que la solar termoeléctrica puede jugar un papel clave como energía de base en el futuro”.
La foto de la central es de una planta híbrida de ciclo combinado-solar de Abengoa en Ain-Ben-Mathar (Marruecos).
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