Bloomberg recoge en su boletín bloombergGreen los grandes asuntos pendientes de avance en la agenda climática. De acuerdo con la emresa de análisis global, son estos cinco:
1 Cada cinco años, los países tienen que presentar planes nacionales revisados para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), que deberían estar alineados con lo que los científicos dicen que es necesario. Sin embargo, muchos países no han presentado aún nuevos compromisos, y algunos grandes contaminadores no han aumentado sus ambiciones ecológicas.
2 Los países tienen que ponerse de acuerdo sobre las normas de los mercados de carbono que regirá la ONU. Esas negociaciones concluyeron sin resultado en la última cumbre celebrada en Madrid en 2019, la COP25, y de nuevo parece difícil que vayan a llegar a buen puerto en el encuentro de Glasgow este año.
3 Los países ricos aún no han cumplido su compromiso de aportar 100.000 millones de dólares anuales de financiación climática para ayudar a los países pobres. De hecho, según un estudio publicado este mes por el centro independiente ODI, sólo tres de los 23 países desarrollados del mundo –Alemania, Noruega y Suecia– están cumpliendo la parte que les corresponde de su compromiso, lo que hace que el grupo no alcance el objetivo por segundo año consecutivo.
4 El presidente de la COP26, Alok Sharma, quiere "relegar el carbón a la historia" consiguiendo que los gobiernos dejen de construir nuevas infraestructuras para el combustible fósil más sucio. Convencer a los mayores productores de la necesidad de hacerlo, como Australia y Rusia, y a los países más consumidores, como China e India, está resultando muy difícil, si bien China acaba de comprometerse a no financiar más centrales de carbono en terceros países.
5 El último informe científico del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático ha advertido de la necesidad de acelerar en la carrera para reducir las emisiones de metano, el segundo factor de calentamiento después del dióxido de carbono. El viernes pasado, Estados Unidos y la Unión Europea lanzaron el Compromiso Mundial sobre el Metano, cuyo objetivo es una reducción voluntaria del 30% para el final de la década, en relación con los niveles de 2020. El compromiso abarca todas las principales fuentes de metano: petróleo y gas, carbón, agricultura y gestión de residuos.
Otros países han anunciado su intención de unirse a este pacto, que se lanzará oficialmente en Glasgow. La Casa Blanca afirma que, hasta ahora, seis de las 15 naciones más contaminantes del mundo, que cubren aproximadamente una quinta parte de las emisiones mundiales de metano, están entre los que se unirán. La lista completa incluye a Argentina, Ghana, Indonesia, Irak, Italia, México y el Reino Unido.
Un gas supercalentador
El metano es un gas que atrapa hasta 80 veces más calor que el dióxido de carbono en los 20 años siguientes a su emisión. Pero eso también significa que la reducción de las emisiones de metano puede dar al mundo el respiro que necesita para evitar los peores impactos del cambio climático.
Estados Unidos y la UE calculan que si todos los países bajan las emisiones de metano de acuerdo con su compromiso durante la próxima década, se podría reducir el calentamiento en al menos 0,2 grados centígrados para 2050. Se trata de una disminución considerable, dado que el planeta ya se ha calentado al menos 1,1ºC y el objetivo es intentar mantener el calentamiento a largo plazo por debajo de 1,5ºC. Las reducciones de metano más rápidas podrían producirse en los sectores del petróleo y el gas.