Además, PSC-Units, Vox, Cs y PP pidieron tramitar el decreto como proyecto de ley, pero esta propuesta fue rechazada por el hemiciclo, ya que la CUP votó en contra, junto con ERC, Junts y comunes, según informa Europa Press.
La consellera de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat, Teresa Jordà, reconoció que Catalunya va tarde en materia de transición energética, y añadió que se equivocan quienes piden tramitarlo como proyecto de ley porque, según ella, no hay un margen de dos años para reaccionar. Jordà añadió que el decreto se enfrenta a un reto mayúsculo ya que el Govern quiere "mantener la velocidad de crucero, atendiendo a la necesidad de productos energéticos de las empresas y ciudadanía, y que haya un giro drástico en la producción de energía".
Siguiendo con el bando del sí, el diputado de los comuns Lucas Ferro calificó de fracaso estrepitoso el plan para energías renovables de Catalunya, pero valoró "muy positivamente" la mesa de diálogo social que incluye el decreto para establecer compensaciones a los territorios afectados por proyectos, así como las medidas contra la masificación de proyectos.
Por su parte, Salvador Vergés (Junts) pidió el apoyo de los grupos a las enmiendas a la ley de acompañamiento de Presupuestos presentadas por Junts y ERC para que "quede un texto que permita alcanzar los objetivos de transición energética". Eugeni Villalví (ERC) acusó al PSC de "tener un Govern imaginario que les permite hacer partidismo cuando les conviene", en referencia al conocido como 'Govern alternatiu', y les acusó de tener en una mano proclamas verdes y en la otra la letra pequeña firmada por Foment y los oligopolios, en sus palabras.
El bando del no
Para la diputada socialista Silvia Paneque, este decreto no establece "un marco claro de planificación de renovables", y por ello defendió que se tramitara como proyecto de ley. Propuesta que contó con el apoyo del diputado de Vox Antonio Ramón López, quien aseguró que las patronales han pedido que se retire este decreto porque "incrementa las trabas" para proyectos de energías renovables e implica inseguridad jurídica a las empresas que ya han puesto en marcha proyectos.
La diputada de Cs Marina Bravo fue más lejos y sostuvo que este decreto "demoniza" a quienes decidieron invertir en el sector renovables. También criticó que limite las zonas para parques eólicos y que, según ella, se obligue a participar a vecinos en los proyectos. Para Lorena Roldán (PP), la norma aprobada impedirá llegar al objetivo del 50% de renovables en 2030.
En cuanto a la CUP, Dani Cornellà, aún reconociendo que en este decreto hay "mejoras sustanciales" con respecto al anterior, dijo que no son suficientes para que votaran a favor, y criticó que la consellera se comprometiese a elaborarlo con las entidades ecologistas y el territorio y no lo haya hecho, según él.
Las patronales solar y eólica catalanas llevan tiempo advirtiendo que retrasar aún más el despliegue de las renovables supondría "una irresponsabilidad política" que imposibilitaría que Catalunya asumiera los objetivos marcados por el Govern, el Parlament y la Unión Europea.
