Los congresistas estadounidenses firmantes -demócratas y republicanos- sostienen que México está violando el "espíritu" del nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos y Canadá (T-MEC) al otorgar un trato preferencial a las empresas energéticas estatales, la petrolera Pemex y la Comisión Federal de la Electricidad. Pues bien, en el marco de una visita a la central termoeléctrica José López Portillo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se ha referido en términos genéricos a esa carta, y ha aludido muy concretamente a Repsol: “leía yo -ha dicho AMLO- algo que debería ser motivo de satisfacción, y que para mí es un timbre de orgullo. Decían que el Gobierno de México está empeñado en proteger a la Comisión Federal de Electricidad. ¿Pues cuál es la función del Gobierno? ¿Proteger los intereses privados? No. Los únicos negocios que deben importar a los funcionarios son los negocios públicos. A mí no me paga Repsol. A mí me pagan los mexicanos para servirles, y por eso tengo que defender el interés público, no el interés de particulares: el caso particular de Repsol, que fue una de las empresas que abusó de toda esta política privatizadora, se llevaron a trabajar a la que fue secretaria de Energía del Gobierno, pero no solo eso, se llevaron de consejero de Repsol al expresidente Calderón. Una vergüenza”.
El fondo estadounidense BlackRock es uno de los principales accionistas de Repsol y, así mismo, uno de los principales accionistas de Iberdrola.
Felipe Calderón, presidente de México entre 2006 y 2012, fue fichado en 2016 por Avangrid, filial estadounidense de Iberdrola, como consejero independiente.
Artículos relacionados
La mexicana Georgina Kessel, nombrada consejera de Iberdrola