En las centrales nucleares, después de las recargas, el combustible gastado extraído del reactor se almacena en piscinas que se encuentran ubicadas en el interior de las mismas. Para garantizar la continuidad operación de las centrales en explotación, cuando la capacidad de las piscinas se acerca a su saturación –caso de Almaraz y Trillo– o para permitir el desmantelamiento de una central, cuando ésta ha cesado su explotación –situación en la que se encuentra Garoña– el combustible gastado se introduce en contenedores y se deposita en un almacén temporal individualizado (ATI) construido en la propia central.
La operación se hará a través de dos contratos. El primero tiene como objeto suministrar un total de 24 contenedores: 14 para la central de Almaraz y 10 para la de Trillo, por un valor estimado de 85 millones de euros. El segundo contrato permitirá suministrar 44 contenedores para el almacenamiento del combustible gastado de la central nuclear de Garoña y tiene un valor de 127 M€. En ambos casos, el plazo de ejecución es de 5 años. Todos los contenedores son del mismo tipo que los que fueron adquiridos por Enresa en 2012 y que han sido autorizados por el Ministerio previo informe del CSN.
Desde el Ministerio indican que las necesidades de contenedores se han planificado teniendo en cuenta lo previsto en el borrador de Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), y el Protocolo firmado en lo relativo a las fechas de cese de la operación de cada uno de los reactores, que en el caso de Almaraz se ha fijado en el año 2027 para la unidad 1 y en 2028 para la unidad 2, y en el caso de Trillo en el año 2035. En cuanto a Garoña, con esta autorización, se da un paso real y efectivo para poder ejecutar el desmantelamiento de esta central.
Los contenedores se depositarán en los respectivos Almacenes Temporales Individuales (ATI) de cada central, hasta que esté listo un Almacén Temporal Centralizado (ATC) y puedan trasladarse allí.
Con fondos del Plan General de Residuos Radiactivos
Las compras de los contenedores se realizarán con cargo al Fondo para la financiación de las actividades del Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR), que se nutre de la prestación que satisfacen los productores de los residuos. En el caso de las centrales nucleares en explotación, la cuota que abonan es el resultado de multiplicar la energía generada por cada central por una tarifa fija unitaria.
El pasado día 16 de marzo el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico recibió el borrador del 7º Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR), que solicitó a Enresa y que dará cumplimiento a la Directiva europea relativa a la gestión de los residuos radiactivos. En consecuencia, el MITECO ha iniciado ya la tramitación del mismo en base a la normativa.