Ocho meses y medio de Gobierno socialista. El mandato más corto de la historia de esta democracia española. Eso sí, ha dado tiempo a aprobar -en ocho meses y medio, con un verano
de por medio- 13 leyes y más de 25 reales decretos ley, entre ellos, el real decreto ley de medidas urgentes para la transición energética y la protección de los consumidores, que es el
real decreto ley que deroga el impuesto al Sol. Ese es el único fruto maduro de la política energética del Gobierno Sánchez. Lo demás está en el aire. Está en el aire el real decreto de
autoconsumo, que debía detallar las condiciones administrativas, técnicas y económicas del autoconsumo. Está en el aire el real decreto de acceso y conexión a las redes, que es el
marco que debía facilitar por ejemplo el acceso y la conexión de los megaparques solares que están en trámite. Y están en el aire el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima y la Ley de Cambio Climático y Transición Energética.
Por partes
Las elecciones generales tendrán lugar el 28 de abril, esa es la fecha que ha elegido Pedro Sánchez, tras deliberar con su Consejo de Ministros. Para ello, las Cámaras -Congreso y Senado- serán disueltas el 5 de marzo. Hoy es 15 de febrero, quedan pues tres Consejos de Ministros: el de hoy, el del viernes que viene, y el del primer viernes de marzo. La pregunta es: ¿que se puede hacer en esos tres Consejos? ¿Qué se puede hacer de aquí al 5 de marzo? Vamos por partes: el Gobierno presentó antes de final de año un proyecto de real decreto de acceso y conexión (que afecta por ejemplo a los grandes parques solares que están siendo proyectados en toda España, estamos hablando de decenas de miles de megavatios, muchísimos puestos de trabajo), el Gobierno presentó ese real decreto antes de finales de año, recogió alegaciones y, según diversas fuentes, sí tendría tiempo para aprobarlo. Dos: el Gobierno presentó en enero un proyecto de real decreto de autoconsumo, recogió alegaciones y, según diversas fuentes, también tendría tiempo para aprobarlo.
Tres: el Gobierno ha anunciado que presentará el próximo 22 de febrero el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. Lo enviará a Bruselas y, durante un año, podrá ser modificado. El Plan es razonablemente ambicioso y estaría bien visto por el sector de las renovables, pero, cabe insistir, podría ser modificado por Bruselas y por el futuro Gobierno. Y podría ser modificado al alza o a la baja. Ese plan es una guía con calendario, una guía que plantea objetivos, pero no es una ley. Es una especie de hoja de ruta que además debe ser aprobada como se dijo por Bruselas. Y, por fin, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. El Gobierno no tendrá tiempo para aprobar la ley más ambiciosa de toda la política energética: la ley de cambio climático y transición energética.
Subastas
El Gobierno Sánchez se comprometió a convocar subastas a partir de 2019. "Se ha hablado de un mínimo de 3.000 megavatios al año", nos contaba hace solo unas semanas el director de Energías Renovables del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, Joan Groizard, que adelantaba además que serían subastas muy distintas a las convocadas por el Ejecutivo Rajoy: "subastas predecibles, subastas en las que uno de los elementos a tener en cuenta sea la gestionabilidad: o bien subastas específicas para renovables gestionables o bien que un elemento de ponderación de esa subasta sea la gestionabilidad, es decir, abandonar la idea de la renovable solo vierte y ya está, e incorporar esas obligaciones de gestionabilidad a la propia subasta". Es decir, subastas muy distintas a las subastas Modo Rajoy. Sea como fuere, lo cierto es que ocho meses y medio no han sido suficientes para convocar ni una sola subasta de potencia renovable en la península y, aunque según algunas fuentes, aún sería posible hacerlo, no parece probable que vaya a suceder.
Así las cosas, el horizonte podría ser la parálisis a corto-medio plazo. No parece probable que vaya a salir del 28 de abril un ganador claro. No será fácil articular un gobierno. Y probablemente todos los partidos hagan tiempo -no pongan toda la carne en el asador de las negociaciones- hasta saber qué ocurre el 26 de mayo, día de las elecciones municipales, autonómicas y europeas. ¿Habrá gobierno en funciones hasta entonces del PSOE? ¿Habrá algún movimiento antes del verano? ¿Nos vemos en septiembre? En todo caso, el legado de estos ocho meses y medio de Gobierno Sánchez está muy claro: el impuesto al Sol ya no existe. Dicen -todos los partidos dicen, siempre que se acercan las elecciones generales- que la energía es una cuestión de estado. Quizá entonces convendría (1) recordar, de cara al próximo mes de abril, cómo ha sido la política energética de los últimos años, y (2) que propone ahora cada partido en esta materia. Desde luego Energías Renovables lo irá contando. Para que, llegada la fecha clave del 28 de abril, todo el mundo vote... con energía.